Por las manos de Gedeón Guardiola y Joan Cañellas , goles y bloqueos que han hecho del balonmano español un deporte único, exitoso, reconocido y admirado en todo el mundo. En sus manos, oros mundiales, europeos y preseas olímpicas. Sus manos, historia de este deporte. Pero ni eso ha impedido que las lesiones hayan truncado ese posible último viaje olímpico con el que soñaban clausurar una trayectoria prodigiosa con la selección. El jueves era Cañellas quien anunciaba que no podría viajar con los compañeros a París por una lesión miotendinosa en el sóleo de la pierna derecha que se produjo en el partido de preparación ante Noruega el martes. «A veces las cosas no salen como uno espera, desea o, incluso, como uno se merece, después de mucho trabajo y sacrificio. Parecía difícil repetir esa sensación, pero así son las cosas. Triste de terminar así», comentó el jugador. Y hablaba de «repetir» porque el catalán ya se había quedado sin Tokio 2020 por una rotura muscular producida también a última hora. Y hablaba de «terminar» porque, con 37 años, Cañellas aspiraba a dar sus últimos goles y pases a la selección española y colgar la camiseta lo más alto posible, a la caza de una medalla para redondear su magnífico palmarés y para quitarse esa espina de Tokio 2020. Así lo había informado, aunque se dejaba un comodín: «Creo que será el momento adecuado para decir adiós, aunque en el mundo del deporte todo puede pasar». Ahora el jugador decidirá si el encuentro ante Noruega ha sido el último en el vestuario español, ese que ha dado lustre y éxito desde su debut en octubre de 2008. Oro y tres bronces mundiales (2013, 2011, 2021 y 2023); dos oros (2018 y 2020), dos platas (2016 y 2022) y un bronce europeos (2014). Ayer era Gedeón Guardiola el que se resignaba a ver París 2024 desde casa porque no se ha podido recuperar a tiempo y con garantías de la lesión muscular en la pierna izquierda. «No cumple con los plazos previstos en su recuperación y, por tanto, no está disponible para la cita olímpica ante el elevado riesgo de recaída», señalaba el comunicado del médico de la selección, Juanjo Muñoz Benito. El pivote, 39 años, también buscaba ese broche olímpico con el que quizá cerrar una etapa magnífica de defensa y compañerismo en el vestuario nacional. Desde su incorporación a la selección en 2011: un oro (2013) y dos bronces mundiales (2021 y 2023); dos oros (2018 y 2020), dos platas (2016 y 2022) y un bronce europeos (2014), además del bronce olímpico en Tokio 2020. Para la baja de Cañellas, el seleccionador, Jordi Ribera, ha llamado a Jorge Maqueda; y para suplir la de Guardiola, ha incluido a Adriá Figueras en la lista de reservas. Hay relevo y del bueno, pero no dejan de ser estas unas bajas más que sensibles en lo deportivo y en lo personal para el conjunto. Y, sobre todo, claro, para ellos mismos, que no podrán aportar sus últimos goles y bloqueos para que el balonmano español continúe persiguiendo la excelencia que ambos contribuyeron a construir.
