«Se ha merecido la victoria, porque ha sido un mejor jugador desde el principio hasta el final. Intenté reencontrar el camino en el tercer set, salvé tres bolas de partido, quería extender el partido un poco más. Pero creo que fue inevitable su victoria porque salió a la pista con un mayor nivel de tenis. Así de simple», son las primeras palabras que dijo un Novak Djokovic abatido tras perder la final , segunda consecutiva, en Wimbledon contra Carlos Alcaraz . El tenista de 21 años mostró la calidad que no tuvo el serbio, de 37, que se vio superado por todas las facetas del juego y así lo reconoció: «En cualquiera de los aspectos me sentía inferior a Alcaraz. Ya está. Fue un mejor jugador. Jugó todos los puntos mucho mejor de lo que yo lo hice. No creo que hubiera podido hacer algo más. Animarme más, pedir a la gente que me animara más, que es lo que pasó en el tercer set; me hizo entrar en el partido un poco. Pero él no me dejaba hacer demasiado ni siquiera tener puntos fáciles con mi servicio. Estaba jugando con mucha variedad», continuó. Y se explayó en los halagos, que ya empezaron el año pasado con ese «Tiene cosas mías, de Federer y de Nadal». En este 2024, prosiguió: «Nunca lo había visto sacar con tanta potencia (Alcaraz alcanzó los 2017 kilómetros por hora). Me superó en todo. En el movimiento, en la forma en la que dio a la pelota, el servicio, todo. El año pasado perdí un partido épico a cinco sets, que había sido de tú a tú. En este no tuve opción. Todo era sobre él. Su superioridad era enorme y se mereció ganar». A partir de este punto, Alcaraz viaja a Murcia con el pesar de no estar con sus amigos futbolistas, como Álvaro Morata, para celebrar la Eurocopa. Pero no hay tiempo. El lunes 22 viaja a París para vivir sus primeros Juegos Olímpicos y preparar un torneo individual y uno de dobles que tiene su presión porque forma pareja con Rafael Nadal. Vivirá la experiencia de la Villa Olímpica por primera vez, aunque no estará Juan Carlos Ferrero, que se marcha unos días de vacaciones y acudirá en caso de que se acerque a las rondas donde se juegan las medallas. Sí lo acompañará Albert Molina, aunque su mánager estará en un hotel más cerca de Roland Garros Pero todo parece poco para este Alcaraz superior que quiere no una, sino dos oros olímpicos, y que enseguida después está apuntado para el US Open. «Esto es lo que tiene el tenis, que ganas un día y a las semanas tienes otra cosa importante que tienes que estar concentrado y tienes muchas ganas de ganar», admitía el número 3 del mundo. Sigue en esa posición porque el tenis tiene estas cosas también. Al ser campeón de Wimbledon en 2023, solo podía defender los 2.000 puntos que sumó el año pasado, por lo que no aumenta su botín. Pero sí podrá a partir de agosto, porque cayó en cuartos en Canadá contra Tommy Paul, en la final de Cincinnati contra Novak Djokovic y en las semifinales del US Open ante Daniil Medvedev. Y tiene ganas el español de quitarse espinas. Sobre todo una que le llegó en forma de bronca pública de su entrenador, Juan Carlos Ferrero, al clasificarse para la Copa de Maestros, ya en noviembre, pero no en las mejores condiciones. Lo pagó, rendido en semifinales y con malas sensaciones porque, admitió, no había hecho las cosas bien en ese último tramo del curso. Pero Alcaraz aprende rápido y ya sabe que no puede volver a repetirse, por lo que la carrera por el número 1 se observa interesante de aquí a final de año. Porque Jannik Sinner, número 1, podrá sumar también muchos puntos, pues no hizo una buena actuación ni en Canadá ni en el US Open (octavos) ni en París-Bercy. Y también Djokovic peleará por ese trono en el que se sentaría por novena vez en el trono a final de temporada.
