El sueño de París corre peligro para la velocista sevillana Maribel Pérez por culpa de una rotura del isquiotibial del muslo izquierdo que se produjo el pasado domingo en la final de los 100 metros lisos del Meeting Internacional de Guadalajara , donde paró el crono en 11.10, logrando su mejor marca de la temporada y la mínima de competitividad que exige a sus atletas la Federación Española de Atletismo (11.16 en el hectómetro femenino) para estar en la cita olímpica. Con ese registro, la plusmarquista española de los 60 lisos se quedó, además, a sólo tres centésimas de la mínima establecida por World Athletics , la Federación Internacional (11.07). Sin embargo, lo que debería haber sido un momento de felicidad para la deportista hispalense, a la que entrena su tío Luis Rodríguez , dejó paso a la preocupación. Ni sonreír pudo en meta. Maribel acabó la carrera cojeando, sin poder apoyar prácticamente, con un fuerte dolor en la parte trasera del muslo izquierdo. Tuvo hasta que sentarse en el tartán. En una publicación en su perfil de Instagram, la propia Maribel explicaba este martes con detalle su diagnóstico antes de la resonancia que tenía previsto para esta tarde y determinaría con más exactitud el alcance de la lesión. «El domingo, en la final del mitin de Guadalajara, noté tres pedradas en la parte más distal del isquio . Tras varias ecografías confirmamos que hay pérdida de patrón fibrilar en la unión miotendinosa de semimembranoso/semitendinoso aún por delimitar debido a lo agudo del proceso (no han pasado 48 horas) y a la cantidad de edema en la zona. Abreviando y en cristiano, rota del isquio », terminaba resumiendo la sevillana, que confirmaba su ausencia en el Nacional al Aire Libre de este fin de semana y evidenciaba su bajo estado de ánimo por el inoportuno y grave contratiempo cuando ya acariciaba su presencia en los Juegos Olímpicos aunque aún no tuviera la plaza asegurada. «Una vez más decimos adiós al Campeonato de España, que me hacía muchísima ilusión y con el que contaba para asegurarme puntos de cara a los Juegos Olímpicos tras un 2023 en blanco por las lesiones. Una vez más, me siento con la miel en los labios. Emocionalmente cansada, agotada, destruida. Una vez más, en el fango . Una vez más agradecida por toda la gente bonita que tengo detrás, que me quiere y me empuja para salir de él. Esperando volver más pronto que tarde», se resignaba Pérez. Tras un 2022 histórico, en el que se apropió de la plusmarca española de los 60 metros lisos que ostentaba desde hacía tres décadas Sandra Myers, Maribel Pérez vivió un difícil 2023 marcado por las lesiones que no la dejaron competir al alto nivel acostumbrado. Este año, que estaba siendo especialmente intenso en las últimas semanas buscando la mínima de competitividad de la RFEA, había alternado su presencia en el relevo corto, donde es titular indiscutible como portadora de la posta en la recta de meta, con los 100 lisos. Hizo doblete en el Europeo de Roma de principios de junio y, tras esa gran cita, corrió en el Meeting Internacional de Madrid (11.44) y en el de Guadalajara, firmando un 11.25 en las eliminatorias y el citado 11.10 en la final. Su hipotética ausencia de los Juegos dejaría mermado el relevo 4x100 que integra con Sonia Molina-Prados, Paula Sevilla y Jaël Bestué.
