Si el comienzo de la década de los ochenta fue en España un mal tiempo para la lírica, como cantaban 'Golpes bajos', estos años veinte del siglo XXI lo están siendo para la posesión de balón. Sublimada como un ideal absoluto con los éxitos de la Roja, la tenencia de la pelota ha pasado de ser defendida, reivindicada y hasta convertida en una dogma a considerarse un dato irrelevante o incluso bajo sospecha. La verdad es que es curioso cómo se producen los debates en el fútbol, que para eso es un regreso a la infancia, como dijo Javier Marías. Son discusiones infantiles, siempre basadas en dicotomías feroces, buenos y malos, blancos y negros, defensores y detractores. Sin término medio,...
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