El Valencia Basket sumó una meritoria victoria en la cancha del Olympiacos en un encuentro que dominó de principio a fin con una exhibición de madurez y coralidad y pese a los intentos de Kostas Sloukas de forzar un final apretado que nunca llegó.
El conjunto valenciano firmó un gran primer cuarto. Con una rápida y certera circulación puso en jaque a la defensa del conjunto heleno con Fernando San Emeterio primero y Louis Labeyrie después alimentaron el marcador visitantes y las dudas locales. Los fallos en el tiro del equipo heleno incidieron en esa situación y establecieron las primeras ventajas (9-18, m.8).
La salida de Georgios Printezis pareció dar tranquilidad a los locales pero su lesión a los pocos minutos dejó huérfano al equipo heleno y la aparición de Martin Hermannsson, Derrick Williams y Mike Tobey dio un nuevo impulso al Valencia.
Sacha Vezenkov aguantó al Olympiacos en los peores momentos y entre Hassan Martin y Shaquielle McKissic estrecharon el marcador pero el regreso de Guillem Vives y Bojan Dubljevic le dio a los visitantes la solidez que necesitan para llegar al descaso con un cómodo colchón (39-52, m.20).
Trató Sloukas de asumir el mando de su equipo con McKissic de escudero y sobre todo con una defensa mucho más agresiva. El conjunto valenciano supo buscar a Dubljevic premio cerca del aro y luego lejos del mismo para mantener y después elevar la renta (54-71, m.27).
Pero el Olympiacos no se vino abajo y siguió tenaz en su intento por estrechar el marcador y entró en el último cuarto ‘sólo’ once por debajo.
La entrada de Tobey por Dubljevic lejos de debilitar al Valencia le dio un punto frescura pero los locales siguieron apretando, cargaron de faltas al Valencia y desde la línea de tiros libres continuaron acechando aunque sin conseguir ‘parar’ el reloj (73-82, m. 35).
El paso de los minutos sin que la ventaja cambiara sustancialmente mermó el ímpetu local y elevó la confianza visitante, que vio cómo Kalinic, Hermannsson o Williams sumaban acciones positivas y la victoria se acercaba hasta hacerla ya inevitable.
