Por fin apareció Joan Laporta. El verdadero Joan Laporta. Golpe de efecto del precandidato, al que le acusaban de impostar un discurso de perfil bajo, aglutinador y sin histrionismos para tratar de ganarse el voto indeciso. Madrid amaneció ayer con una gigantesca lona con la cara del expresidente, cubriendo la facha de un edificio de 13 plantas, a escasos metros del Santiago Bernabéu. «Ganas de volver a veros», rezaba el eslogan, en los que muchos vieron como una genial campaña publicitaria y otros una provocación al eterno rival, al más puro estilo del abogado, que ya solía lanzar puyas al Real Madrid durante los siete años que estuvo en el cargo. En cualquier caso, ambas opciones suman apoyos.
Esta acción de «Street Marketing» (aumentar el reconocimiento de la marca mediante el uso de la creatividad y el ingenio, en lugar de hacerlo con una gran inversión publicitaria) promovida por su candidatura espera llegar a los aficionados «entendiendo la rivalidad de forma simpática y bien entendida para, a su vez, llegar a todos los seguidores del fútbol intentando arrancar una sonrisa de oreja a oreja», según aseguran en el comunicado enviado por «Estimem el Barça» (Amamos al Barça).
«Es una acción propia de nuestro estilo, devolver el orgullo a la afición. Con ironía, siendo sutiles, creo que se trata de una acción hábil», explicó Laporta, encantado de haber trastornado la tranquilidad en Chamartín y sacudido el pulso de los culés. «No hay ánimo de ofender sino solo promover nuestra candidatura en Madrid. Hay socios del Barça en Madrid y busco sus votos», insistía con una amplia sonrisa el abogado, látigo del madridismo durante su etapa al frente de la entidad catalana. No obstante, admitía que había una clara estrategia detrás: «Florentino seguro que se lo ha tomado con deportividad, sé que tiene un buen sentido del humor. No sé como me lo tomaría yo si Florentino pusiera un cartel al lado del Camp Nou, tendría que ver qué es lo que pone exactamente, pero creo que también con sentido del humor».
Lluis Carrasco es el ideólogo que hay detrás de esta campaña. A él se le ocurrió forrar un edificio colindante con el Bernabéu con una lona de 50 metros de altura. Publicista y director de campaña de Laporta, es nieto de Manuel Carrasco i Formiguera (fundador de Unió Democràtica) y ha alcanzado notoriedad en las redes sociales por sus duros ataques a dirigentes de ERC, sobre todo al presidente del Parlament, Roger Torrent, por su «ridícula estrategia de pedir mesas de diálogo», así como elogios a Puigdemont y a activistas de JxCat. El pasado mes de junio comparó a Laura Borrás, actual presidenciable a la Generalitat, con una mujer maltratada por la situación política que se vivía en Madrid con los otros dos partidos catalanes independentistas, ERC y la CUP.
Carrasco dirige ahora la carrera de Laporta hacia el sillón presidencial del Barça, aunque compite con el candidato en notoriedad. Lo demostró tras la derrota ante el Cádiz, cuando se vio obligado a borrar un tuit sobre la actuación del equipo. «Messi destrozado, los jugadores fundidos, el cuerpo técnico perdido, Tusquets creyéndose la reina de Saba y el socio absolutamente decepcionado y atónito. Hace falta firmeza y la experiencia de un líder incuestionable», publicó en un claro mensaje elogioso hacia Laporta. Con su acción de ayer, el publicista ha puesto la primera piedra para edificar el triunfo de su cliente en las urnas.
50.000 euros
Según fuentes consultadas, el coste de tener una lona de estas dimensiones durante un mes en la zona en la que está podría costar en torno a los 50.000 euros, aunque no hay un precio establecido y todo depende del acuerdo que adopte la comunidad de vecinos, que debe aprobar en Junta el acto promocional y la forma en que repercuten estos ingresos. Una campaña baratísima teniendo en cuenta los beneficios publicitarios que reporta, ya que Laporta se aprovecha de la interconexión que existe hoy en día con las redes sociales para que su mensaje se transmita. No necesita publicidad, ni ingentes cantidades de dinero. Es una acción que se viraliza. Y que generó un auténtico revuelo en el Paseo de La Habana, con aficionados del Madrid que lo consideraban una provocación y una «incitación a la violencia» y otros que se lo tomaban con algo más de humor y elogiaban la estrategia de Laporta.
Impacto en los adversarios
De hecho, el resto de precandidatos han reaccionado a la iniciativa del expresidente tratando de minimizar un impacto que le colocaba en la pole en el momento justo. Y es que hoy se oficializará el calendario electoral con la convocatoria de elecciones, que obligará a todos los opositores al sillón presidencial a presentar 2.257 firmas de apoyo antes del 14 de enero. «Joan, en eso eres el puto amo. Pero con pancartas, ni ganaremos Champions, ni haremos un estadio nuevo, ni resolveremos la deuda del club. Por lo tanto, a contrastar proyectos y nos vemos el día 24», soltaba Víctor Font, el otro gran favorito para ganar los comicios.
La decisión de Laporta de dar visibilidad a su campaña fuera de Barcelona se debe a que por vez primera en la historia del club, las urnas se colocarán en diez sedes electorales (Camp Nou-Barcelona, Girona, Tarragona, Tortosa, Lleida, Madrid, Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca y Andorra la Vella) y una de ellas es la capital. Con un censo de 110.635 socios con derecho a voto, el 93% reside en Cataluña, el 4% en el resto de España y el porcentaje restante en el extranjero. La decisión de Laporta de buscar el voto fuera de Cataluña confirma lo competida que pueden estar estas elecciones, a las que tratarán de comparecer nueve precandidatos (JoanLaporta, Víctor Font, Toni Freixa, Jordi Farré, Agustí Benedito, Xavier Vilajoana, Emili Rousaud, Lluis Fernández Alá y Pere Riera).
Laporta, que afronta su tercera carrera electoral (ganó contra pronóstico en 2003 y perdió en 2015 ante Bartomeu), proseguirá su campaña a partir de hoy por Andalucía, con visitas a Málaga y Granada.