Al fichaje bomba de Luis Suárez por el Atlético de Madrid solo le restaba por cerrar la vinculación del uruguayo con el Barcelona para convertirse en realidad. Era un trámite encarrilado, pero en las últimas horas parece haberse atascado ante el cambio de rumbo del club azulgrana.
Dolido por el trato dado tras seis años en los que se convirtió en el tercer goleador de la historia del club, Suárez decidió no perdonar ni un euro al Barça. Le quedaba un año de contrato (30 millones brutos) más otro opcional.
El club azulgrana aceptó concederle la carta de libertad y pagarle la diferencia con respecto a la ficha que le ofrece el Atlético de Madrid, en torno a los nueve millones. Es tan grave la situación económica del Barcelona que estaba dispuesto a regalar a Suárez y pagar parte de su ficha. Todo por aligerar su elevadísima masa salarial.
No obstante, en las últimas horas parece que hay ciertas dudas sobre reforzar gratis a un rival directo en la Liga. El Atlético permanece impasible asegurando que Cavani es otra opción factible y Suárez amenaza con cumplir el año que le queda.
De todas formas, es tan grave la situación económica del club azulgrana que seguramente la negociación se resolverá en breve. Todo por aligerar su elevadísima masa salarial.
Además, el Atlético no estaba en la lista de clubes vetados por el Barça y a los que Suárez renunciaba para que le pagaran parte de la ficha.
Según diferentes informaciones, en esa lista de clubes a los que no podría ir Suárez, si el Barcelona le daba la carta de libertad, se encontrarían el Real Madrid y los dos equipos de Manchester (City y el United), además del Paris Saint Germain.
