El mercado invernal de fichajes inicia su cuenta atrás y obliga al Atlético a realizar un esprint final por Edinson Cavani, la única opción atacante que de verdad atrae a Simeone y con el que el entrenador argentino pretende revertir la errática temporada vivida hasta el momento.
Dos cosas hay seguras a día de hoy. La primera es que el uruguayo está como loco por vestir de rojiblanco. Su intención de jugar en España es firme pese a que en las últimas fechas le han llegado cantos de sirena de otros clubes europeos. El otro asunto claro es que el PSG está poniendo muy poco de su parte para que el traspaso se realice. Consideran muy peligroso vender al jugador a un potencial rival en la Champions, y si se han avenido a negociar con el Atlético ha sido solo por tener un gesto con el delantero, al que los aficionados consideran una leyenda tras siete años marcando goles sin parar.
El deseo de Cavani prima, y esa es la baza a la que se agarra el Atlético. El uruguayo ha puesto todo de su parte, incluso haciendo evidente su enfado con la directiva del PSG, para que el fichaje llegue a buen puerto. Solo falta que la cifra que ofrezca el club del Metropolitano se acerque un poco más a lo que solicita el equipo francés. Como en toda negociación, las posturas han ido acercándose con el paso de los días. El Atlético no pasaba de diez millones a principios de diciembre mientras que el PSG pedía 30, una cifra desorbitada por un jugador que se marchará gratis en junio y que en poco más de dos semanas (el próximo San Valentín) cumplirá 33 años. El acuerdo final podría acabar en torno a 15 millones más otros tres en variables, aunque la decisión final estará en manos de Nasser Al Khelaifi, a quien lo que menos le preocupa es el dinero que puede sacar en esta operación.
De baja en París
Mientras todo esto ocurre, el PSG jugó ayer en la Copa de la Liga ante el Reims con Cavani fuera de la convocatoria por tercera vez consecutiva. Oficialmente su ausencia se debe a unas molestias en el pubis, pero en el fondo no hay otro motivo que su interés por cerrar cuanto antes, y sin contratiempos, su salida del club parisino.
Si finalmente se concreta el traspaso, Cavani dejará el PSG con un espectacular balance de 198 goles en 293 partidos, un tanto cada 112 minutos de juego. Indiscutible hasta la pasada temporada, la llegada en verano del argentino Mauro Icardi ha acabado condenándole al banquillo. Thomas Tuchel apenas le ha dado minutos en los dos últimos meses, de ahí que el salteño haya acelerado en busca de una salida que no tenía prevista. Su intención era despedirse en junio por todo lo alto, pero Simeone le ha convencido de adelantar ese adiós. Puesto a soñar, el técnico estaría encantado de contar ya con Cavani el 1 de febrero, fecha del derbi ante el Real Madrid en el Bernabéu. Desde el entorno del jugador aseguran, en todo caso, que éste respetará la palabra dada al Atlético, lo que significa que acabará vistiendo la camiseta rojiblanca, ya sea ahora o en junio.
El refuerzo de Cavani estaría supeditado también a la salida de un jugador de la actual plantilla del Atlético para liberar masa salarial. Ahí, todas las miradas se dirigen a Thomas Lemar. El francés podría estar apurando sus últimas jornadas como colchonero. Se le busca acomodo en la Premier League, ya sea en forma de traspaso o de una cesión en la que el otro club asumiera la mayor parte de la ficha del centrocampista. En la grada pocos le echarán de menos dada la irrelevancia de su juego en el año y medio que lleva en el club.
Lemar, en la fase final de la recuperación de su lesión en el muslo derecho, será uno de los ausentes en el estreno en la Copa del Rey ante la Cultural. Tampoco han viajado a León Koke, Trippier, Vrsaljko, Giménez y Diego Costa, todos por lesión; y Oblak y Morata por descanso. Así, el puesto de «nueve» lo podría ocupar el canterano Sergio Camello, que por lo visto en los entrenamientos se disputa un puesto de titular con Vitolo. Camello ya jugó unos minutos en Ipurúa el pasado fin de semana y sería la solución de urgencia en espera de la llegada del deseado «Matador».
