Cuando nadie lo esperaba, seguramente ni él mismo, cayó Rafa Nadal con la camiseta de España. El balear, un seguro cuando juega un torneo por equipos con su país, cedió ante Goffin superado por el calor y deja el pase a semifinales de la ATP Cup en el aire. Pendiente de lo que ocurra en el partido de dobles que se disputará a continuación.
[Sigue en directo el partido de dobles entre España y Bélgica]
Hasta hoy, acumulaba 16 triunfos seguidos Nadal, que no perdía un partido desde que cayó con Zverev en la Copa de Maestros de Londres. Por el medio, el número uno había sumado triunfos en la Davis, donde no pierde un partido individual desde que debutó en 2004 (29 en total). Quince años invicto, sin conocer la derrota. Como en esta ATP Cup en la que España caminaba sin mácula hasta hoy. Firme Nadal y firme Bautista. Los dos con pleno de victorias. El balear, incluso, sin haber cedido ni un solo set. Con esa hoja de servicios, asegurado además el primer punto de la eliminatoria por parte de Bautista, se presentaba el duelo ante Goffin. Un rival peligroso, pero al que Nadal había ganado en cuatro de las cinco ocasiones que lo había tenido enfrente. Todas en tierra. No había nada que temer a priori, pero el duelo se le complicó al balear a medida que pasaban los minutos. Adiós a la racha.
Las altas temperaturas en Sídney convirtieron el choque en una pesadilla para Nadal, desconocido por momentos y superado con claridad por su rival. Y eso que comenzó bien, centrado y con las ideas claras. Con un primer juego por la vía rápida que dejó paso a las primeras dudas. Le tocó levantar tres bolas de break en el segundo servicio del partido, pero no pudo hacer nada en el siguiente, donde el belga consiguió su objetivo y se puso con ventaja.
El pundonor de Nadal le sirvió para equilibrar de nuevo el choque, aunque las sensaciones no eran las mejores. Le está costando al balear este inicio de curso, lejos de la versión que maravilló al final de 2019, la que le confirmó como número uno del mundo. Otro break de Goffin, confirmado después con su saque, le dio al belga el primer set (6-4).
Reacción sin premio
Francis Roig trataba de ordenar la cabeza del español, ofuscado de forma extraña en él. Incómodo por el calor y por los golpes de su rival, un jugador de notable calidad que se apoyó en su servicio y en las dudas de su oponente para volver a tomar ventaja. Lo hizo muy rápido, rompiendo el saque de Nadal de inicio y manteniendo esa ventaja durante toda la manga. Incapaz Nadal de recuperar esa distancia hasta el octavo juego.
Había llegado hasta ahí boqueando el español, levantando incluso dos bolas de break en contra que podían haber supuesto el 5-2 para el belga. Jugaba a contracorriente Nadal, impulsado más por su corazón que por su raqueta. Superado el trago del séptimo juego, se llegó al octavo, donde a Goffin le tembló el pulso. El belga cedió su servicio y dio alas al número uno, de nuevo confiado, aunque visiblemente mermado en lo físico. De hecho, el balear pidió ser tratado por su fisioterapeuta, pero no le dieron la opción y tuvo que volver a salir a la pista.
Alargó el duelo Nadal hasta el tie break, donde esta vez no hubo milagro. Lo ganó con claridad Goffin (7-3), que mantiene viva la esperanza de Bélgica y que obliga a España a ganar el dobles si quiere estar en semifinales de la ATP Cup.