Real Madrid y Barcelona recorren caminos paralelos en una Liga que parecen empeñados en despreciar. Tropiezos consecutivos de ambos equipos y formas similares de actuación de sus respectivos entrenadores, poco dados a intervenir en el transcurso de los partidos y empecinados en mantener al margen a los nuevos fichajes. Pocas y tarde sería la definición de su forma de comportarse con las sustituciones. Tanto Julen Lopetegui como Ernesto Valverde parecen peleados con los cambios e insisten en despreciar la inversión millonaria que sus respectivos clubes han realizado. Los números son como la prueba del algodón, una ecografía de la forma de actuar de los técnicos, que determina que ni Odriozola, ni Mariano, ni Vinicius están haciendo olvidar los tiempos de vino y rosas que el madridismo vivía con Cristiano Ronaldo en sus filas. Entre otras cosas porque el ahora cuestionado técnico blanco solo les ha dado escasas oportunidades. Odriozola es el más utilizado, triste ironía viendo que solo ha disputado dos partidos completos (Español y Alavés), mientras que Mariano suma minutos sueltos e tres encuentros (Español, Sevilla y Alavés). Vinicius, por el que se pagó 50 millones de euros, empezó reforzando al filial y suma 12 minutos en los dos últimos partidos.
No le van mejor las cosas a las nuevas incorporaciones del Barcelona, que al margen de suponer la dilapidación de 140 millones, está empezando a generar cierto malestar en el vestuario. El silencio de Malcom, que ya asume que no ha sido una petición de Valverde y que acabará siendo el cabeza de turco con el que el técnico abrillantará sus galones, contrasta con la airada reacción de Arturo Vidal, cansado del banquillo. Si el chileno ya publicó un iracundo emoticono con el que expresar su malestar por haber tenido que disputar únicamente los minutos de la basura ante el Tottenham, tras el empate en Mestalla, donde no jugó ni un segundo, volvió a servirse se las redes sociales para publicar un mensaje que posteriormente se vio obligado a borrar. «Con los Judas no se pelea, ellos se ahorcan solos», soltó. El chileno solo ha sido titular en dos ocasiones (Gerona y Athletic) pero en ambas fue sustituido, lo que le hizo torcer el gesto.
El encuentro de este fin de semana, ante el Valencia es el claro reflejo de las intenciones de Valverde. Con Umtiti lesionado y Piqué en clara baja forma, decidió dejar a Lenglet en el banquillo de Mestalla para que jugara Vermaelen. El francés solo ha jugado tres partidos de Liga. Peor lo tiene Malcom, que se quedó por tercera vez consecutiva fuera de la convocatoria. El fichaje más caro de la temporada (42 millones de euros) no entra en los planes de Valverde, como demuestra los 26 minutos que solamente ha jugado en los 11 partidos del Barcelona. Arthur, bendecido por Messi y graduado en Wembley, parece estar revirtiendo la situación, aunque aún no ha completado ningún enfrentamiento.
Los últimos resultados y la forma de actuar de sus entrenadores empiezan a generar ruido. Aunque el Barcelona pretende ampliar el contrato de Valverde, algunas actuaciones del técnico han molestado en la zona noble. Julen Lopetegui, sin la red de os títulos conseguidos el año pasado por su homólogo, empieza a estar cada vez más cuestionado. El Madrid solo ha sumado un punto de los últimos nueve en Liga y cayó derrotado en Moscú en la Champions ante el CSKA. A ello se suma la sequía goleadora de los blancos, que suman cuatro partidos consecutivos sin anotar (Sevilla, Atlético de Madrid, CSKA de Moscú y Alavés), lo que ha dotado de una nueva realidad al debate abierto sobre la dependencia del Madrid a los goles de Cristiano Ronaldo. "Dos semanas de decepcionantes resultados, partidos y también mala suerte. Merecimos más puntos porque no jugamos tan mal, pero esto es como es. No olviden que también tuvimos estos momentos los últimos tres años... Será un gran desafío levantarse de nuevo", ha explicado Kroos en sus redes sociales tratando de defender a su entrenador y al equipo.