Cada día más personas adoptan una dieta vegetariana con el objetivo de que mejore su salud. Pero dejar de comer carne y pescado puede resultar perjudicial en etapas posteriores de la vida, en particular en términos de riesgo de demencia, según muestra un nuevo estudio realizado en Estados Unidos.
Científicos de la Universidad de Salud de Loma Linda en California han descubierto que la mayoría de las dietas vegetarianas están asociadas con un menor riesgo de enfermedades en las personas de mediana edad. Sin embargo, lo contrario sucede con las personas mayores de 65 años.
Los investigadores han observado riesgos ligeramente mayores entre los vegetarianos de edad muy avanzada de padecer enfermedades como accidente cerebrovascular, demencia y enfermedad de Parkinson.
Sin embargo, cuando se añade pescado a la dieta ese riesgo se reduce significativamente y se asocia con un menor riesgo de muerte.
El estudio, publicado en agosto en el American Journal of Clinical Nutrition, utilizó datos dietéticos de 88.000 personas de entre 30 y 85 años de Canadá y Estados Unidos, incluidas 12.500 muertes. Los participantes fueron reclutados entre 2002 y 2007 y se les realizó un seguimiento en 2015.
Los participantes fueron divididos en cinco categorías según sus dietas: no vegetarianos, semivegetarianos, pescetarianos (aquellos que comían pescado), lacto-ovo-vegetarianos (aquellos que comían lácteos y huevos) y veganos.
En general, aquellos que consumían una dieta vegetariana tenían alrededor de un 12% menos de riesgo de padecer esta enfermedad en comparación con los que consumían carne. Pero las personas que llevaban una dieta vegetariana pero también comían pescado (pescetarianos) tenían un riesgo de muerte 18% menor.
Los investigadores también analizaron los beneficios de añadir productos lácteos y huevos a una dieta vegetariana y descubrieron que esto reducía el riesgo de muerte en un 15% más.
Los veganos, que no comen ningún producto animal, sólo tuvieron un 3% menos de riesgo de muerte. Sin embargo, el estudio encontró que, aunque la dieta vegetariana ofrecía protección contra el riesgo de muerte para las personas de mediana edad, aquellos de 80 años no vieron tanto beneficio.
El investigador principal del estudio, el profesor Gary Fraser, explicó que existe un mayor riesgo de sufrir enfermedades neurológicas entre los vegetarianos de 80 años de edad.
Esto podría deberse a que una dieta vegetariana que no incluye pescado podría carecer de nutrientes vitales, como los ácidos grasos, que pueden ayudar al cerebro.
Se cree que la dieta mediterránea, que también incluye el consumo de una variedad de frutas y verduras, así como pescado azul, como el salmón y la caballa, es beneficiosa porque tiene un alto contenido en antioxidantes.
Agregar a una dieta pescado azul, que es rico en omega-3, también podría ayudar a la salud del cerebro. Esto se debe a que el omega-3, que también es un tipo de grasa que se encuentra en las membranas celulares, es importante para el cerebro desde el desarrollo en el útero hasta la edad adulta.
Se cree que el omega-3 puede ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo, los cuales contribuyen al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y la demencia.