El encuentro entre el Atlético de Madrid y Real Madrid nos dejó una de las imágenes más vergonzosas en la historia del fútbol español. El lanzamiento de objetos a Thibaut Courtois por parte de los ultras del club rojiblancos tras el primer tanto de Militao provocó la suspensión momentánea del duelo durante unos 20 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo, los jugadores volvieron al campo y pudieron acabar un encuentro que terminó en tablas (1-1) tras el tanto de Correa en el añadido. Tras la finalización del duelo entre los conjuntos madrileños, Diego Pablo Simeone, además de condenar los hechos acaecidos en el derbi, lanzó un dardo a Courtois tras celebrar el gol de Éder Militao y añadió que deberían «sancionar» a todos los jugadores que «cargan a la gente» con sus gestos.
«La gente no reacciona porque sí, reacciona por algo. Eso no justifica que eso esté bien, pero cuidado que también podemos empezar a sancionar a nosotros protagonistas que cargamos a la gente, incitamos a la gente y que, como somos protagonistas, no pasa nada, y el que está fuera, mirando el partido, me estás cargando y no pasa nada. No justifica, pero cuidado con lo que nosotros generamos. Sanción al que provoca, así equilibramos«, añadió el técnico argentino.
Según el artículo 93 del Reglamento de la Real Federación Española de Fútbol, «provocar la animosidad del público obteniendo tal propósito, salvo que, por producirse, como consecuencia de ello, incidentes graves, la infracción fuere constitutiva de mayor entidad, se sancionará de cuatro a doce partidos» a todo aquel futbolista que realice dichos actos.
Una escena que, curiosamente, se ha ido repitiendo a lo largo de la historia en el fútbol, como pueden ser los casos del propio Courtois y su celebración a la grada del Frente Atlético, Raúl y Piqué silenciando la grada del Camp Nou y del RCDE Stadium, respectivamente, el ‘corte de mangas’ de Giovanni con la camiseta del Barça en el Bernabéu o el pique del Dibu Martínez con los aficionados del Lille en la tanda de penaltis, entre otros, son algunas de las escenas que más se recuerdan en los últimos tiempos.
Raúl González Blanco y Gerard Piqué han tenido sus más y sus menos, en este caso, con los aficionados del FC Barcelona y RCD Espanyol. Por un lado, el delantero madrileño mandó a callar a la grada del Camp Nou tras anotar el 2-2 definitivo (anotó un doblete) en un Clásico de alto voltaje y que se disputó, por primera vez en la historia de LaLiga, en viernes.
Un escenario similar fue el que protagonizó Gerard Piqué y la grada del RCDE Stadium en la temporada 2017-2018. El defensor, tras realizar varias declaraciones en la previa del encuentro calificando al Espanyol como de Cornellá, se convirtió en la diana principal de la grada ultra ‘perica’ y numerosos cánticos ofensivos se pudieron escuchar desde este sector en contra del exfutbolista.
«Piqué, cabron, Shakira tiene ra**, tu hijo es de Wakaso y tú eres mar***»; o «Piqué, ca***, España es tu nación», entre otros, son algunos de los cánticos dirigidos hacia un Gerard que acabó anotando el gol del empate en el 81 (1-1) y mandó callar a los aficionados del conjunto catalán.
En la temporada 1997-1998, el Clásico entre Real Madrid y FC Barcelona nos volvió a dejar una de las imágenes más significativas en este tipo de casos. Corría el minuto 34 de la segunda parte, con 2-2 en el marcador, cuando una contra perfecta comandada por Figo fue finalizada por Giovanni Silva en boca de gol, para el delirio de los aficionados culés desplazados hasta el Santiago Bernabéu. El brasileño, después de anotar el 2-3, decidió dirigirse a los aficionados del club blanco realizando un corte de mangas, que terminó por incendiar la grada del estadio madridista.
Uno de los casos más destacados de los últimos meses fue el que ocurrió en el estadio del Lille entre el ‘Dibu’ Martínez y los aficionados del club francés. El argentino, que defendía la portería del Aston Villa, fue el héroe principal de su equipo para la clasificación hacia las semifinales de la Conference League. Sin embargo, en la tanda de penaltis que decidió el ganador, el vigente campeón del mundo, tras detener un penalti, realizó un baile dirigiéndose a la grada, además de mandar a callar a los aficionados. El árbitro principal del encuentro, en este caso, enseñó la cartulina amarilla al Dibu y se perdería el encuentro de ida de semifinales frente al Olympiacos.
Joao Félix y Gareth Bale también quisieron acordarse de la afición del Atlético de Madrid. Tras anotar sus respectivos goles ante el club rojiblanco, realizaron gestos que no gustaron nada a los aficionados de la parroquia colchonera. En el caso del portugués, durante su cesión al FC Barcelona (aún pertenecía al Atlético), anotó el 1-0 definitivo y observó de forma desafiante, además de lanzarle un beso, a los aficionados visitantes que se habían desplazado hasta Montjuic para presenciar el duelo entre el club blaugrana y el combinado de Diego Pablo Simeone.
Gareth Bale, por su parte, en la temporada 2018-2019, marcó el 1-3 definitivo en el Metropolitano y decidió realizar un especie corte de mangas mientras festejaba junto con el resto de sus compañeros. El gesto no gustó nada en la grada del Metropolitano y se lo hicieron saber con numerosos ‘pitos’ e insultos al jugador galés.
