Aunque la mayoría de turistas que visitan a Mallorca llegan atraídos por sus paradisiacas playas de aguas turquesas, la isla tiene muchísimo más que ofrecer. Entre los preciosos pueblos que adornan el interior insular destacan algunos como Valldemossa y Fornalutx, pero si queremos encontrar alguna joya desconocida y alejada de las masificaciones, tendremos que dirigirnos a enclaves con tanto encanto como la villa de Binissalem.
Esta pequeña localidad no solo cuenta con un destacado patrimonio arquitectónico, sino que es conocida por su producción de vino de calidad. De hecho, pertenece a la comarca vitivinícola de la Denominación de Origen Binissalem.
A todo ello se suma un hito en la cultura popular española, y es que Binissalem participará en la final del ‘Grand Prix’ de esta edición de 2024. La población tendrá que enfrentarse al pueblo de Olvera para hacerse con la victoria.
El municipio de Binissalem está ubicado en el centro de la comarca de Raiguer y se presenta como uno de los conjuntos arquitectónicos más destacables de Mallorca, ya que está declarado Conjunto Histórico desde 1983. Con un paseo por su tranquilo entramado urbano, podremos visitar alguna joya arquitectónica como la iglesia parroquial de Nostra Senyora de Robines, que data del siglo XVIII y constituye uno de los mejores ejemplos del barroco mallorquín.
En estilo barroco también encontraremos antiguos casales distribuidos por la villa, como Can Llorenç y Can Amengual, que forman uno de los conjuntos más destacables de fachadas tradicionales de Mallorca. Algunas de estas casas señoriales se pueden visitar, como Can Gelabert de la Portella, donde vivió el escritor Llorenç Moyà, y Can Sabater, residencia del escritor Llorenç Villalonga, exponente de la narrativa mallorquina del siglo XX.
Más allá de su riqueza arquitectónica e histórica, el pueblo de Binissalem es conocido por su producción de vino. Este pertenece a la comarca vitivinícola de la Denominación de Origen Binissalem, de modo que cuenta con numerosas bodegas que podremos visitar y disfrutar de alguna cata.
Su situación geográfica, protegida por la Serra de Tramuntana, y las características únicas del suelo y del clima han creado las condiciones ideales para el cultivo de las variedades de uva autóctonas y la elaboración de vinos de altísima calidad.
En torno al vino y la vendimia, la villa celebra en el mes de septiembre celebra la Festa des Vermar, que ofrece una amplia agenda de actividades. Así, locales y visitantes podrán disfrutar de talleres, exposiciones, desfiles, pisado de la uva y bailes populares.