El sobrepeso a menudo está relacionado con un estilo de vida sedentario y una alimentación no equilibrada, caracterizada por el abuso de azúcares refinados, los cuales son los principales causantes de la caries dental. Asimismo, la ingesta frecuente y desordenada de alimentos puede llevar a un menor control sobre la higiene bucodental, algo esencial para mantener una boca sana.
La obesidad es una enfermedad crónica que afecta no sólo a la salud médica, dietética y psico-emocional, sino también la salud bucodental, aunque a menudo se nos pase por alto. La obesidad puede ser causada por muchos factores, tanto genéticos como ambientales. Un factor incidente en el exceso de peso es el consumo de más calorías de las que gastamos.
Muchas personas con sobrepeso llevan una dieta alta en grasas saturadas, azúcares y calorías, lo que puede derivar en problemas como halitosis, caries, periodontitis y pérdida dental debido a la proliferación de bacterias en la boca. Así pues, en este contexto, entrevistamos a tres profesionales de la salud que nos cuentan las conexiones entre un exceso de peso y la salud de nuestra boca, y nos ofrecen algunos consejos a tener en cuenta.
«Mantener un peso saludable y una dieta equilibrada no solo es crucial para la salud general, sino también para prevenir problemas bucodentales. Una alimentación adecuada, rica en nutrientes esenciales, puede fortalecer los dientes y las encías, ayudando a evitar problemas como caries y enfermedades periodontales», comienza explicando la dietista y coach María Sofía Burlando, del equipo de nutrición de Pronokal.
Y añade: «una mala alimentación debilita nuestro organismo, ya que no obtiene los nutrientes esenciales necesarios para combatir infecciones bucodentales. La falta de nutrientes clave, como vitaminas y minerales, puede comprometer la salud de las encías y los dientes, haciendo que sea más difícil mantener una buena salud oral».
La coordinadora médica de Odontología Integrada, Endodoncia y Periodoncia de Donte Group, doctora María Latorre, continúa tirando del hilo de esta conexión entre alimentación y salud bucodental. «El consumo excesivo de alimentos procesados con alto contenido en grasas saturadas puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar los procesos inflamatorios, lo que está íntimamente relacionado con las enfermedades periodontales o de las encías».
Las enfermedades bucodentales más prevalentes en este grupo de población, el de las personas con un peso por encima del recomendable, son la caries y la enfermedad periodontal o periodontitis, que afectan en mayor o menor grado a toda la población.
«Existen ciertos factores de riesgo para su aparición y desarrollo, y la evidencia científica muestra que una mala alimentación se relaciona con enfermedades sistémicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer colorrectal y algunas enfermedades respiratorias, entre otras», expone la doctora Latorre.
Aunque hasta ahora no se tenía certeza sobre el mecanismo exacto, estudios recientes muestran la presencia intraoral de marcadores inflamatorios en pacientes con caries y periodontitis, sugiriendo una interrelación entre estas enfermedades y las bucodentales.
La tercera experta entrevistada, la química y nutricionista Sara Vives, añade otras relaciones entre la salud bucal y la general, puesto que el mal estado de la primera puede generar diversas complicaciones. «La inflamación crónica asociada con el sobrepeso puede agravar enfermedades periodontales como la gingivitis y la periodontitis. Estas enfermedades se caracterizan por la inflamación y destrucción de los tejidos que soportan los dientes, pudiendo llevar a la pérdida dental».
Después nos encontramos con la resistencia a la insulina. «Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, lo que puede afectar la salud bucal al disminuir la respuesta inmunitaria y favorecer el crecimiento de bacterias dañinas. Por no mencionar la xerostomía o boca seca, un síntoma común en personas con diabetes tipo 2, y una condición asociada con el sobrepeso. La falta de saliva favorece la proliferación de bacterias y aumenta el riesgo de caries».
En el caso de la diabetes, «está demostrado que niveles elevados de hemoglobina glicosilada en sangre (detectables en pacientes con la enfermedad no controlada) se encuentran en pacientes con enfermedades periodontales activas que no responden adecuadamente a los tratamientos», señala la doctora Latorre.
«La diabetes no controlada se considera un importante factor de riesgo para la periodontitis, influyendo negativamente en la gravedad y rápida evolución de la enfermedad. Las consecuencias pueden incluir recesión de encías, movilidad dental e incluso pérdida de los dientes».
La experta de Donte Group lo tiene claro en cuanto a los consejos a seguir en pacientes con sobrepeso u obesidad: «los odontólogos debemos recomendar a nuestros pacientes llevar un estilo de vida saludable, mantenerse activos, llevar una alimentación equilibrada, respetar el descanso y derivar a los especialistas médicos oportunos en caso de sospecha de alguna patología. Esto es nuestra responsabilidad como profesionales de la salud».
Y concluye: «a nivel bucodental, siempre debemos recordar a nuestros pacientes la importancia de seguir una adecuada rutina de higiene bucal diaria y la costumbre de realizar visitas periódicas a la clínica, incluso si no presentan dolor o sospecha de ninguna patología. Estas prácticas son parte del cuidado de la salud general, fomentando hábitos de autocuidado y prevención adecuados».
Para finalizar, y puesto que queda de sobra demostrada la relación entre alimentación y salud bucodental, la dietista María Sofía Burlando recomienda «llevar una alimentación equilibrada basada en proteínas (pollo, pavo, pescados blancos, huevo, tofu, proteína vegetal), frutas, verduras (idealmente de estación) y grasas saludables (aguacate, semillas, aceite de oliva)».
Se trata de alimentos que proporcionan los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo y, en particular, para la salud bucodental. Es especialmente importante incluir alimentos ricos en calcio (leche y yogurt desnatado, queso cottage, queso fresco) proteínas y fósforo, ya que estos nutrientes son fundamentales para fortalecer los dientes y mantener una boca sana.