Normalmente, asociamos el cáncer de piel, el melanoma, a una alteración de la piel, como pueden ser los lunares, fruto en muchas ocasiones de una exposición al sol irresponsable. Sin embargo, esta patología puede formarse en otros órganos, como los ojos, e incluso en el interior del cuerpo (nariz, garganta) y las uñas. Precisamente ha alertado sobre esta última posibilidad la dermatóloga y tiktoker Leire Barrutia.
En concreto, Barrutia ha mostrado en esta red social una foto de una uña con una línea marrón longitudinal que se dibuja desde la matriz al borde de la misma. Es sin duda una alteración que debería llamarnos la atención si tenemos claro que no se ha producido por un golpe o traumatismo que pueda explicarla. Tiene además nombre propio: melanoniquia longitudinal.
Sin embargo, hay que tener precaución con el alarmismo porque si el diagnóstico efectivamente se confirma no quiere decir que la uña se haya transformado por un melanoma, ya que hay otras causas que podrían explicar esta alteración. Será en consulta médica cuando deban analizar los diferentes factores: aparición, evolución, antecedentes de enfermedades dermatológicas, fármacos y hábitos del paciente, entre otros.
Probablemente, no haya mucha gente que esté familiarizada con esta afección salvo que conozca casos cercanos o la haya sufrido en primera persona. Se trata de una pigmentación negro-amarronada en el plato ungueal (la base de la uña), que se extiende longitudinalmente desde el extremo proximal o la lúnula al borde libre del plato ungueal. En caso de que toda la uña esté afectada se llama melanoniquia completa profunda.
Como ya se ha indicado, el origen de dicha pigmentación no está directamente relacionado con el cáncer. Lo más probable es que tenga un origen exógeno, entre cuyas causas pueden destacarse las infecciones micóticas y bacterianas, el tabaquismo o la presencia de hemoglobina. En caso de que sea endógeno, el especialista valorará si es resultado de la activación y la hiperplasia melanocíticas.
Según datos actualizados de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la incidencia de melanoma cutáneo en España «está al alza». Así, señalan que la tasa interanual 2023-2024 se ha incrementado tanto entre la población masculina como entre la femenina. La tasa sería, por tanto, de 15,1 casos en mujeres y 15,4 en hombres por cada 10.000 personas/año. De esto se desprende que en el caso de la población femenina, el cáncer de melanoma cutáneo se sitúa como el octavo más frecuente.
Para evitar un diagnóstico que nadie quiere recibir, desde la SEOM recuerdan la importancia de reducir el riesgo de desarrollar este melanoma evitando las quemaduras solares y una exposición excesiva al sol, protegiendo el cuerpo con ropa adecuada y fotoprotectores, además de no usar cabinas de bronceado. Tampoco hay que olvidarse, subrayan los expertos, de explorar la piel con frecuencia observando la aparición de nuevos lunares o cambios en los existentes.
Mayo Clínic (s.f.). Melanoma. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/melanoma/symptoms-causes/syc-20374884
Trejo, J. R., González, V. (2017). Melanoniquia longitudinal. Rev Cent Dermatol Pascua, Vol. 25, Núm. 3. https://www.medigraphic.com/pdfs/derma/cd-2016/cd163a.pdf