El municipio de Beceite es un auténtico pulmón verde en su comarca, la de Matarraña. En él nacen tres de los ríos más importantes de la zona y, al igual que muchas rutas de senderismo para poder disfrutar del patrimonio natural de la zona.
Y eso no es todo, en el pueblo turolense conviven en perfecta simbiosis la naturaleza y la mano del hombre, y es que esta villa rodeada de cadenas montañosas está atravesada por un río. Como resultado, el cauce va dejando a su paso desde cascadas hasta piscinas naturales, que discurren paralelas a las propias calles de la localidad.
Los yacimientos encontrados en Beceite evidencian que la zona estuvo poblada desde la Edad de Bronce, mientras que de la época de los romanos aún se conservan dos tramos de la calzada romana que unía las localidades de Dertosa y Caesaraugusta, actualmente Tortosa y Zaragoza. Además, ya desde el medievo, el pueblo fue conocido por sus aguas limpias y su buena ubicación.
A partir del siglo XVIII, Beceite vivió una época de esplendor gracias su industria papelera. De este modo, se convirtió en uno de los principales productores de papel de España, llegando incluso a fabricarlo para la Real Casa de la Moneda y para la Real Fábrica de Tapices, donde Francisco de Goya pintó algunas de sus creaciones.
El cuidado casco histórico de Beceite es un reflejo de su larga historia. Aquí destacan algunas construcciones como los molinos papeleros, donde se fabricaba este material de manera artesanal; el puente de piedra del siglo XV que cruza el río, o la iglesia de San Bartolomé, una obra barroca realizada entre los siglos XVII y XVIII.
Además, no tenemos que movernos muy lejos del centro de la villa para disfrutar de la naturaleza del lugar, y es que junto a las propias calles del pueblo, el curso del río Matarrañana nos regala refrescantes piscinas naturales donde darnos un baño y escapar del calor.
Se trata de la Font de la Rabosa, una serie de pozas poco profundas y cascadas creadas por la erosión del agua en la roca caliza. Y siguiendo el curso del río unos metros más en dirección sur, nos encontramos con otra piscina fluvial mucho más amplia y mejor adaptada para el baño.
Por otro lado, si queremos adentrarnos en un entorno mucho más natural, a menos de 20 minutos del pueblo nos toparemos con el espectacular paisaje del Parrizal, ubicado dentro de los Puertos de Beceite, un macizo montañoso atravesado por ríos y barrancos.
Podremos recorrer este enclave a través de una ruta de senderismo que empieza muy cerca la villa y discurre paralela al cauce del Matarraña, que cruzaremos mediante pasarelas construidas sobre pequeñas pozas. La travesía termina en Los Estrechos, donde las aguas del río se cuelan entre imponentes paredes de 60 metros de altura y agujas de piedra bautizadas como Les Gubies.
El trayecto entre la ciudad de Teruel y Beceite es de 2 horas y 20 minutos por la N-420 y la N-211. Por otro lado, desde Tarragona es de 1 hora y 50 minutos por la A-7, y desde Zaragoza es de 2 horas por la N-232.
A tan solo 18 kilómetros de Beceite, nos topamos con el precioso pueblo de La Fresneda, que conserva en su conjunto urbano los restos de su antiguo castillo, el de Santa Bárbara. Otra localidad histórica, a 25 km, es Ráfales, donde podremos admirar su Plaza Mayor, los restos de su castillo de la Orden de Calatrava, la iglesia gótica de Nuestra de la Asunción y su Ayuntamiento.
Por otro lado, tenemos el pueblo de Valderrobres, la capital de la comarca, a apenas 7 kilómetros. Esta villa está coronada por un monumental castillo que tiene su origen a finales del siglo XII y se conecta con la iglesia de Santa María la Mayor, uno de los máximos exponentes de la arquitectura gótica en Aragón.
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