A cincuenta minutos en coche de Madrid, la localidad serrana de Cercedilla da la bienvenida a los 115 niños y niñas que pasarán los próximos 12 días de julio en el centro de vacaciones Nuestra Señora de la Paloma, un enorme edificio de dos plantas rodeado de un pinar con vistas a la Sierra de Guadarrama. Este campamento de verano es el único que ofrece el Ayuntamiento de Madrid fuera de la ciudad y los afortunados que obtienen plaza por sorteo disfrutan de dos semanas de convivencia, actividades deportivas y medioambientales en la naturaleza.
Gonzalo, Carlos, Álex y Guille son los nombres que se pueden leer en la puerta de una de las habitaciones, donde dos literas, una mesa con cuatro sillas y un armario es todo el mobiliario con el que cuentan. Si sus padres pudieran revisar el cuarto estarían orgullosos, pues las camas estaban muy bien hechas y tan solo había un par de prendas sin ordenar. En la habitación de al lado, Marta, Cristina, Paula y María se llevan el 10, ya que solo unas mochilas perfectamente colocadas denotan que cuatro niñas de unos once años duermen ahí.
«Este recinto de uso educativo fue entregado al Consistorio en 1942 y en los primeros años sirvió de internado para niños provenientes de familias con necesidades económicas. Un tiempo después, se convirtió en un espacio para desarrollar actividades con conciliación y educativas dentro del ámbito medioambiental», explica el coordinador de Aulas de Naturaleza del Ayuntamiento de Madrid, Pablo Benítez.
El edificio tiene un amplio comedor con más de cien plazas, una antigua capilla que ahora hace las funciones de espacio para actividades nocturnas y en día de lluvia, habitaciones con literas, baños con duchas individuales y aulas para desarrollar actividades medioambientales. En su exterior, cuenta con una piscina, pistas deportivas y un arboreto con más de diez especies de árboles distintos que crecen desde hace 30 años.
A lo largo del verano, el Ayuntamiento de Madrid realizará cuatro campamentos distintos: el primero fue del 3 al 14 de julio, el día 17 comenzó el segundo, que se prolongará hasta el día 28; el tercero se celebrará entre el 31 de julio y el 11 de agosto y el último comenzará el día 14, finalizando el 25 de agosto. En total, podrán disfrutar de estas instalaciones 460 niños a lo largo de los cuatro turnos.
Las plazas en Cercedilla están dirigidas a menores de 6 a 14 años y «el único requisito es que estén empadronados en la ciudad de Madrid, no se necesita ninguna condición económica, puede venir cualquiera, ya que las plazas se adjudican por sorteo», detalla Benítez.
Ataviado con polo y gorra roja, el coordinador del campamento Juan Nistal cuenta que los niños están a cargo de 16 monitores titulados junto a otros en prácticas, de tal forma que cada uno de ellos controla a una media de ocho niños. Estos monitores organizan actividades socieducativas y deportivas aprovechando el entrono natural.
«Por las mañanas, en las horas de menos calor, se realizan deportes colectivos como fútbol, baloncesto, hockey o lacross. Además, hemos añadido otro más novedosos como el quidditch sacado de las novelas de Harry Potter o el mazaball», detalla Nistal. Por la tarde, explica que «las actividades se centran en talleres y actividades en grupo, como primeros auxilios, talleres de educación ambiental, talleres de relajación o juegos del mundo para conocer otras culturas».
Entre los niños que disfrutaban de un baño en la piscina, Lucía, de siete años, cuenta que su actividad preferida ha sido «la excursión por la montaña». Su compañera Sofía, de diez años, destaca «los juegos nocturnos», mientras que Alberto, de once años, explica que «lo mejor es estar con los amigos, no importa la actividad».
Estos doce días en Cercedilla también sirven para que los niños sientan cierta independencia respecto a sus padres, aunque muchas veces a los progenitores les cueste más lo de no hablar con sus hijos: «Los lunes, miércoles y viernes son los únicos días que los niños pueden llamar a sus padres. Muchos les echan de menos, pero se les pasa rápido. Lo llevan mucho peor los padres», cuenta el coordinador.
Junto a este campamento en la Sierra de Madrid, el Ayuntamiento ofrece cerca de 39.000 plazas dirigidas a niños y jóvenes de entre 3 y 21 años. Durante los meses de julio y agosto, estos espacios de aprendizaje y ocio, impulsados por el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad y por los distritos, ayudan a la conciliación de la vida personal y laboral de las familias madrileñas.
El programa Centros Abiertos en Inglés cuenta con 13.800 plazas dirigidas a menores de entre 3 y 12 años empadronados en el municipio de Madrid que cumplan la condición de que, al menos, uno de sus progenitores trabaje. Por su parte, las actividades del programa Centros Abiertos Especiales se orientan a menores y jóvenes de entre 3 y 21 años escolarizados en la modalidad de Educación Especial que residan en Madrid. De ellas, 189 plazas, un 30% del total, están reservadas para niños y jóvenes derivados de los Servicios Sociales.
La oferta que gestiona el Área de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, a través de los Centros Abiertos en Inglés, los Centros Abiertos Especiales y el centro de Cercedilla, alcanza las 14.875 plazas. A ellas, se suman hasta 24.000 plazas adicionales que ponen a disposición de las familias los 21 distritos en campamentos que impulsan las juntas municipales.
