El líder de Azerbaiyán acusó a Moscú de “encubrir” el accidente de un avión de pasajeros que se cobró 38 vidas el mes pasado, en un momento en que las relaciones entre los dos países vecinos se deterioran.
El presidente Ilham Aliyev se reunió este lunes con las dos azafatas supervivientes y las familias de los demás miembros de la tripulación fallecidos, y declaró que la investigación preliminar del accidente había confirmado que el avión fue alcanzado por las defensas antiaéreas rusas, según la agencia estatal de noticias de Azerbaiyán, AZERTAC.
El espacio aéreo sobre Grozny, capital de la república meridional rusa de Chechenia, solo se cerró después de que el avión fuera alcanzado, alegó Aliyev.
El vuelo J2-8243 de Azerbaijan Airlines viajaba de la capital azerbaiyana, Bakú, a Grozny, pero se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Kazajstán el día de Navidad. Treinta y ocho de las 67 personas que viajaban a bordo murieron en el accidente.
“Puedo afirmar sin temor a equivocarme que la culpa de la muerte de ciudadanos azerbaiyanos en este accidente recae en los representantes de la Federación Rusa”, declaró Aliyev. “Exigimos justicia, exigimos que se castigue a los culpables, exigimos total transparencia y un trato humano”.
Días después del accidente, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió disculpas por el “trágico incidente ocurrido en el espacio aéreo ruso”, pero no admitió su responsabilidad.
Putin dijo que los sistemas de defensa aérea de Rusia estaban activos cuando el avión intentó aterrizar en Grozny, según el Kremlin, y que la zona estaba siendo atacada por drones de combate ucranianos.
Este lunes, Aliyev volvió a acusar a Rusia de “encubrimiento”, afirmando que “centrarse en versiones absurdas” sobre el accidente encendió “la sorpresa, el pesar y, con razón, la indignación” en Azerbaiyán.
“Si la ciudad de Grozny hubiera tomado las medidas oportunas para cerrar el espacio aéreo ruso sobre su territorio, si se hubieran observado todas las normas de los servicios de tierra y si hubiera habido coordinación entre las fuerzas armadas y los servicios civiles de la Federación Rusa, esta tragedia no habría ocurrido”, dijo.
En una ruptura del protocolo, sus comentarios televisados se hicieron en ruso y no en azerbaiyano.
Aliyev también elogió a la tripulación por su heroísmo y valentía, alabando la “profesionalidad” de los pilotos y su capacidad para realizar un aterrizaje de emergencia y salvar a algunos de los pasajeros.
En el avión, un Embraer 190 de fabricación brasileña, viajaban personas de Azerbaiyan, Rusia, Kazajstán y Kirguistán.
La Fuerza Aérea de Brasil informó este lunes que sus investigadores habían completado la extracción de datos de dos grabadoras de caja negra que se recuperaron del accidente, informó Reuters. Los registradores de vuelo habían sido enviados a Brasil, donde los expertos internacionales se unieron a sus homólogos azerbaiyanos para analizar los dispositivos en un movimiento para garantizar la transparencia y la credibilidad, según la agencia de noticias estatal de Kazajstán.
Los datos se han enviado a las autoridades kazajas que investigan el accidente, según Reuters. El Gobierno de Kazajstán está cooperando con Azerbaiyán en la investigación.
Por otra parte, la comisión de investigación rusa ha abierto una causa penal en relación con la catástrofe, según informó el Kremlin.
Los videos e imágenes posteriores al accidente mostraron perforaciones en la carrocería del avión que parecen daños causados por metralla o restos. No se ha confirmado la causa de las perforaciones.
“Estoy seguro de que en un futuro próximo conoceremos los primeros resultados y todo encajará. También se conocerá el cuadro completo de la tragedia ocurrida”, declaró Aliyev. “Por supuesto, será un momento importante para la investigación completa de la tragedia y el castigo de sus autores”.
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