Los usuarios descontentos de X están volviendo a reunirse en Bluesky, una nueva plataforma de redes sociales que surgió del antiguo Twitter antes de que el multimillonario Elon Musk lo adquiriera en 2022. Aunque sigue siendo pequeña en comparación con plataformas consolidadas como X, se presenta como una alternativa para quienes buscan un ambiente diferente, más desenfadado y amistoso y menos influenciado por Musk.
Respaldada por Jack Dorsey, ex director general de Twitter, Bluesky era un espacio al que solo se podía entrar con invitación hasta que se abrió al público en febrero. Ese período de restricción de acceso inicial dio tiempo al sitio para desarrollar herramientas de moderación y otras características.
La plataforma se parece al X de Musk, con un feed de “exploración” y uno cronológico para las cuentas que siguen sus usuarios. Estos pueden enviar mensajes directos y fijar publicaciones, así como encontrar “paquetes de iniciación” que ofrecen un listado seleccionado de personas y feeds personalizados para seguir.
Bluesky dijo a mediados de noviembre que su cifra total de usuarios se disparó hasta los 15 millones, desde los cerca de 13 millones que tenía a finales de octubre, a medida que parte de los usuarios de X buscaban una plataforma alternativa para hacer públicas sus opiniones y hablar con otros en línea.
El repunte tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos no fue la primera vez que Bluesky se benefició de la salida de usuarios de X. La plataforma ganó 2.6 millones de usuarios la semana después de que X fuera prohibido en Brasil en agosto —el 85% de ellos en el país sudamericano—, dijo la compañía.
En un solo día en octubre se registraron unos 500,000 nuevos perfiles cuando X señaló que las cuentas bloqueadas podrían ver los posts públicos de un usuario.
En la plataforma, los nuevos usuarios —entre ellos periodistas, políticos de izquierdas y celebridades— han publicado memes y compartido que estaban deseando usar un espacio libre de anuncios y de discursos de odio. Algunos apuntaron que les recordaba a los primeros días de Twitter hace más de una década.
A pesar del crecimiento de Bluesky, X dijo después de los comicios que había “dominado la conversación global sobre las elecciones en Estados Unidos” y que había establecido nuevos récords.
Bluesky tiene mayores ambiciones que suplantar a X. Más allá de la plataforma en sí, está construyendo una base técnica —lo que llama “un protocolo para la conversación pública”— que podría hacer que las redes sociales funcionen a través de diferentes plataformas, lo que se conoce como interoperabilidad, como el correo electrónico, los blogs o los números de teléfono.
Actualmente, no se puede alternar entre plataformas sociales para dejar un comentario en la cuenta de alguien. Los usuarios de X deben continuar en X y los de TikTok en TikTok si quieren interactuar con cuentas en esos servicios.
Las grandes tecnológicas han construido, en gran medida, barreras alrededor de sus negocios online, lo que favorece a sus modelos de negocio centrados en la publicidad.
Bluesky está tratando de reinventar todo esto y trabajando hacia la interoperabilidad.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa. También fue revisada por un editor de TELEMUNDO.
