Debe haber alguna explicación que nos ilumine sobre la visita del Presidente a Barcelona y más aún sobre el contraste entre el recibimiento por los estamentos catalanes y el silencio informativo en el resto de España. Nada es casual y menos en política. Los encargados del bombo lo pusieron en modo avión para que su eco sólo se escuchara donde sabían que iba a ser bien recibido. Pedro Sánchez pasó todo el lunes en Barcelona en sesiones de mañana y tarde, y a más de un autóctono le recordó aquellas visitas esporádicas del Generalísimo, que tenían su ritual, sus sermones, sus ...