La cascada de malas noticias para los usuarios de Renfe no cesa. El operador público ferroviario presentó a finales de la semana pasada sus resultados financieros correspondientes al año 2023. Al margen de que la corporación incrementa las pérdidas -la competencia insuflada en la alta velocidad por Ouigo e Iryo no le ha venido nada bien- hasta los 123 millones de euros, los problemas, como rezaba el título de una exitosa serie de la década de los 80, "crecen". Sobre todo para sus clientes. El servicio va de mal en peor, tal y como arroja el comportamiento de las quejas por escrito pr ...