Si esta Diada ya se preveía complicada para el secesionismo, la guerra interna desatada a sus puertas en el seno de Esquerra Republicana ha terminado de enturbiarla. Y es que a la previsible falta de musculo popular de las marchas programadas para hoy -divididas en cinco ciudades para camuflar el pinchazo-, se le ha sumado el crudo enfrentamiento entre Junqueras y Rovira por las filtraciones de mensajes privados sobre los carteles fake contra los Maragall. Una guerra sucia con la refundación del partido al fondo -en el que ya son cuatro las corrientes que se disputarán el poder en el congre ...