No deberían perder de vista Begoña Gómez y Pedro Sánchez el daño que les está causando ese aroma inconfundible a ¡Usted no sabe con quien está hablando! y ¡Hasta aquí podríamos llegar! que desprenden todas y cada una de las puestas en escena y silencios ante el juez de Instrucción 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado; como si lo que estuviera en juego no fuera solo el futuro penal de ella sino la carrera política de él. Y no me refiriero a los sucesivos dispositivos policiales para evitar altercados con manifestantes en los Juzgados de Plaza Castilla. Me refiero a ese celo enferm ...