Los fabricantes europeos de automóviles quieren más flexibilidad en los plazos para el fin de la venta de vehículos con motores de combustión, que la Unión Europea ha fijado en 2035 con una serie de etapas intermedias, que les inquieta por las multas que podrían acarrearles si no se cumplen los objetivos. En una entrevista con medios europeos, el consejero delegado de Renault, Luca de Meo, que desde noviembre preside la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA), ha lanzado esta petición, pero puntualizando que eso signifique que la Unión Europea deba renunciar a la ...