Todo comenzó el 24 de abril. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba que se tomaba un tiempo "de reflexión" para valorar su continuidad al frente del Ejecutivo. Durante ese fin de semana, mantuvo al país en vilo con su decisión. Pocos días después, sabíamos que no se trataba de un 'puente' de descanso, sino de una estrategia política. Su esposa, Begoña Gómez, acababa de ser denunciada por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Un juzgado de Madrid procedía a investigar las relaciones de la primera dama con empresas privadas que firmaron con ...