Que el colonialismo alteró la distribución global de plantas y animales es un hecho sobradamente conocido. A partir de la llegada a América de españoles y portugueses se abrieron nuevas rutas que trajeron nuevos productos como el cacao o los tomates, mientras que británicos y neerlandeses hacían los propio en Asia e incluso llevaban especies de un continente a otro para cultivarlas en sus colonias. ¿Pero qué impacto tuvo esta actividad frenética de varios siglos y cómo se puede cuantificar? Para dar respuesta a esta cuestión, el equipo de Bernd Lenzner ha utilizado una medi ...