Cuando el difunto historiador Sir Ben Pimlott se embarcó en su biografía de 1996, sus colegas expresaron su sorpresa por el hecho de que considerara a la Reina Isabel II digna de un estudio serio. Sin embargo, el juicio de Pimlott resultó acertado y, aunque pocos académicos han seguido su ejemplo, el papel político de la monarquía ha recibido un tratamiento reflexivo en las artes creativas. La película de Stephen Frears de 2006, The Queen, mostraba su dilema tras la muerte de la princesa Diana; la obra de teatro de Peter Morgan, The Audience, mostraba las reuniones semanales de la mo ...