No encuentro otra razón que me ayude a entender la tormenta de estupideces que nos castigan en estos días tórridos. Quizá porque los idiotas hinchan con el calor; cosa que no había detectado hasta ahora. O algo más simple y que consiste en la confusión entre las obligaciones del mando en plaza y la inclinación a los chistes de verano, siempre ligeros de ropa. Algo insólito a la vez que torpe ha de estar pasando cuando se lee en los medios noticias como esta: “Un hombre acuchilla en Sigüenza a una mujer”. Quizá la noticia está en Sigüenza, la ...