El doctor se sabía el cuento de Caperucita y el lobo del revés, es decir, Tacirupeca y el bolo: bai tacirupeca por el quebos y de topron, el bolo. ¿Dedon vas Tacirupeca?, jodi el bolo, a saca de mi talibuea, jodi Tacirupeca… y por ahí, adelante. En esa línea estaban los periodistas en su corralito esperando que terminara la primera intervención del presidente en el debate sobre el estado de la nación. Preferí situarme en el quicio de la puerta por donde había de pasar Pedro Sánchez. Iba pertrechado con el iPad y el libro No ...