Jorge Beltrán y Daniel Serrano son un ejemplo más de los muchos talentos de Vila-real que se forman en la Cantera Grogueta junto con compañeros del resto de municipios de la provincia y de otros lugares. Ambos afrontan su quinta temporada compartiendo vestuario desde que se conocieran allá por septiembre del 2018 cuando empezaron a jugar juntos en el Mini B groguet.
En aquel año, Jorge volvía a Miralcamp, donde ya se había formado en la etapa de psicomotricidad, previa a la categoría Prebenjamín, cuando los niños y niñas empiezan las competiciones oficiales. Por su parte, Dani empezaba una nueva aventura tras haber vestido la camiseta del Andiamo Vila-real la temporada anterior. En este Alevín B, que competirá este año contra rivales un año mayores, Jorge y Dani son los inseparables de un equipo al que le espera una temporada de mucho aprendizaje y gran diversión.
Además de ser grandes amigos, Jorge y Dani forman pareja de centrales en este Alevín B, aunque a veces sus formadores utilizan la defensa de tres con Jorge en el centro de la zaga o en el carril izquierdo y Dani en el costado derecho. El primero destaca por su buena salida de balón y su proyección en ataque, aunque suele jugar en la línea defensiva desde sus inicios en la Cantera Grogueta. Por su parte, el segundo hace gala de su poderío físico en cada acción y posee un gran golpeo de balón, lo que le hace ser un futbolista muy polivalente capaz de adaptarse a cualquier posición, pues empezó siendo delantero y ha ido retrasando su posición, pasando también por los extremos y el centro del campo.
Ambos afrontan esta temporada un reto mayúsculo en cada partido por la diferencia física que puede haber contra los rivales de segundo año, aunque ya saben por sus entrenadores que deberán competir con “intensidad” y “anticiparse a los duelos”. Y muestran su madurez cuando, antes de empezar la campaña 22/23, ya hablan de “año de aprendizaje”.
Los padres de Jorge y Dani, tras un lustro en la Cantera Grogueta, se muestran muy satisfechos con la metodología de la entidad amarilla. “Estamos muy contentos porque desde el primer día nos dejaron claro que el club, además de la progresión futbolística, tiene en cuenta unos valores a nivel personal. Sabemos que está en una de las mejores canteras de formación de España, pero aquí se ve algo diferente. Están muy pendientes de su evolución como persona y de su expediente académico”, subrayan Óscar y Patri, padres de Jorge.
“Hemos visto que ha aprendido a jugar al fútbol en varias posiciones, pero también que han hecho de él un niño mucho más maduro y, sobre todo, que ha sido muy feliz en Miralcamp. Tiene 10 años, pero no lo parece por su madurez. Tiene la responsabilidad de ir a entrenar y siempre está pendiente de hacer los deberes y estudiar antes”, expresan Juan y Mamen, los padres de Dani.
Así pues, con la misma ilusión de siempre, Jorge y Dani ya vuelven a entrenar en la Ciudad Deportiva y esperan con ansias todos los campeonatos que tienen por delante en esta temporada, que promete ser, de nuevo, apasionante.