Tras un verano agitado en el Estadio Gran Canaria, el equipo sigue construyendo su propia identidad para avanzar hacia el objetivo de mínimos de este curso, que no es otro que la salvación. Con el adiós de García Pimienta, que consiguió sellar la permanencia a falta de varias jornadas y sin tener que sufrir más de la cuenta, las riendas de la UD Las Palmas son desde finales de junio para Luis Carrión. El técnico catalán, de dilatada carrera en los banquillos, tiene como señas de identidad el juego de posesión y la ofensividad, siguiendo así con la línea establecida.
La realidad es que los pío-pío no han tenido el inicio de La Liga deseado, llegando a la primera parada de selecciones en zona de descenso, terceros por la cola y siendo uno de los cinco clubes que todavía no sabe lo que es ganar. Dos puntos, conseguidos ante el Real Madrid y el Sevilla en casa, fueron suficientes para estar por delante de los hispalenses y del Valencia en la tabla clasificatoria. Aún es temprano para sacar conclusiones y ha habido encuentros que podrían haber terminado con un resultado más satisfactorio, pero es clave sumar de tres en tres desde ya.
Los retos en las próximas fechas ligueras hasta el próximo parón no son, sobre el papel, un camino de rosas para los amarillos. Visitan estadios de gran exigencia como El Sadar, del Osasuna, o el Estadio de la Cerámica del Villarreal. En casa, en cambio, reciben a dos conjuntos con dinámicas totalmente opuestas. Por un lado, el Real Betis, que está pasando por una profunda crisis de resultados por culpa de la falta de gol; mientras que, por el otro, visitará la isla el Celta de Vigo, una de las plantillas que de momento se están ganando la etiqueta de revelación.
Si bien la clasificación no invita al optimismo, en la mayoría de los partidos ligueros el equipo ha conseguido competir y meterse en el partido con opciones de sumar los tres puntos, como sucedió en casa ante el Real Madrid de Kylian Mbappé y Vinícius Júnior. El planteamiento de inicio en cada encuentro por parte de Luis Carrión es atrevido y hace que, en las apuestas en vivo a determinar el ganador del choque, algo que se puede hacer tanto desde el ordenador como en el teléfono móvil, el conjunto insular parta con opciones reales de hacerse con la victoria.
El mal arranque en cuanto a resultados ha condenado a la UD a ser uno de los principales candidatos a terminar certificando el descenso de categoría en el mes de mayo. Según los pronósticos deportivos, iguala con el Leganés como el conjunto con más opciones, pese a que los madrileños han empezado, por su parte, dejando buenos resultados y sensaciones. Por si fuera poco, han dado la bienvenida a jugadores consolidados en la élite como Sébastien Haller y Marko Dmitrovic, que, por poco buen rendimiento que ofrezcan, pueden ser determinantes para ir sumando.
A ambos les acompañan, con unas cuotas prácticamente idénticas, los otros dos recién ascendidos junto con los de Butarque: Real Valladolid y RCD Espanyol. Los primeros basan parte de su confianza en la calidad de las bandas y la firmeza en la línea medular, mientras que las llegadas más sonadas han sido las de Amath y Moro en los extremos. Por parte de los blanquiazules, presentaron hasta ocho caras nuevas, todas ellas en calidad de cedidos o a coste cero. Destacan los préstamos de Alex Král, Alejo Véliz y Walid Cheddira, con experiencia en la élite.
En este grupo de equipos de La Liga que no inspiran optimismo también están otros habituales de Primera División cuyo descenso sería toda una sorpresa. A Getafe o Rayo Vallecano, los dos con un estilo de juego muy marcado, les está costando más que en el pasado mantenerse en una situación estable. Más sorpresivo sería que el Valencia y el Sevilla, cuyas opciones no se descartan, terminaran en la categoría de plata. De tradición europea, sus últimas temporadas no están al nivel de lo que sus aficionados estaban acostumbrados, coqueteando con la zona roja.
La UD se ha caracterizado en los últimos tiempos por el gran talento en la medular, protagonizando un fútbol ofensivo y de buen trato de balón. Pocos centros del campo de la zona media y baja de la tabla clasificatoria pueden igualarse al de Carrión, liderado por Kirian Rodríguez como principal organizador de juego. A su vez, ya han dejado buenas conexiones en algunos partidos Alberto Moleiro y Manu Fuster, una dupla destinada a ser la que aporte la magia en las acciones de ataque, siempre que las condiciones físicas de ambos lo terminen permitiendo.
Más dudas hay en la delantera, donde la responsabilidad en los primeros compases ha sido para Sandro Ramírez, que ha roto su maleficio goleador. Se espera que Oli McBurnie, además de lucha y desgaste físico, pueda colaborar en la faceta anotadora, así como Fábio Silva, uno de los refuerzos más ilusionantes que ha llegado prestado del Wolverhampton inglés. A todos ellos, se les tiene que sumar el nombre de Adnan Januzaj una vez que deje atrás su lesión, ya que en pretemporada mostró muy buenas sensaciones como una de las principales referencias delante.
Y terminamos haciendo mención a la portería, pese a que la UD ha sido uno de los equipos que más ha encajado en este inicio liguero. El ‘culebrón’ Álvaro Valles ha terminado con el arquero en la plantilla, negándose a renovar y quedando libre al finalizar la presente campaña. Además, su puesto lo ha defendido con buena nota Jasper Cillessen, la solución que encontró la dirección deportiva y quien, pese a sus 35 años, ya ha dejado actuaciones llamativas que valen puntos. Salvo sorpresa en mayúsculas, todo apunta a que será el neerlandés quien siga defendiendo el arco de forma indefinida.
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