Desde que Albert Moreno marcó en rojo el Challenge Davos en el calendario, todo se le puso en contra: primero la crisis del Covid, durante la cual y al ver que Challenge Davos era la única prueba que semana a semana aguantaba en el calendario, Suiza se convirtió en su razón para entrenar.
Después, a menos de 1 mes para la prueba, saltaban todas las alarmas con la cuarentena que ponía Suiza a la gente que viajara desde España, con lo que Moreno tuvo que hacer ingeniería estratégica para evitar nada más tocar suelo suizo, permanecer 14 días en un hotel sin poder salir.
Para ello hace dos semanas partió para Francia, donde estuvo entrenando en Font Romeu con la dureza de dejar a su famila en casa tantos días, pues acababa de ser padre hacía 2 semanas.
De Francia entró a Suiza, de tal forma que no tuvo que pasar cuarentena. Y cuando ya parecía que porfín podría disfrutar del trabajo de los últimos 4 meses, el día antes de la prueba llega a saco el invierno a Suiza.
Aun así en un esfuerzo de la organización, al que hay que aplaudir, por sacar la prueba adelante, se logra hacer la natación, y cuando ya parecía que todo estaba hecho, en medio del ciclismo se cancela la competición por fuertes tormentas.
Pese a todo la cosa no acabó allí, de vuelta al hotel, un coche le arrolla tirándole de la bicicleta con un fuerte golpe en la cadera, una herida en la rodilla y fuertes dolores en el hombro. Afortunadamente el conductor paró el coche y le dio sus datos por el tema del seguro.
En fin ánimos y a no desmotivarse.
