Tigre tenía que ganar y no ganó. Los rivales directos ganaron y eso le metió un presión que no supo manejar. El rival fue un Independiente que no tiene nada que ver con su historia, pero claro, para vencerlo hay que jugar mejor que ellos y en líneas generales, los dos mostraron el por qué, de sus presentes.
Mal jugado, no solo con pocas situaciones de gol por ambos lados, si no que también a los dos le faltó claridad de juego y les sobraron imprecisiones. Cualquiera lo pudo ganar y cualquiera lo pudo perder. Un partido que reparte lo que merecieron, un solo punto; mucho para lo que hicieron y nada para lo que necesitan.
TIEMPO DE MEJORAR…. PORQUE EL TIEMPO Y LA TABLA APREMIA.