Una multitud que superó el millón de personas se lanzó a las calles en todo el país en defensa de la universidad pública y contra el veto que, en otra provocación, Milei confirmó pocas horas después. Además de estudiantes y docentes, la marcha cruzó generaciones y pertenencias políticas y gremiales en una muestra contundente de la decisión de la sociedad argentina de abrazar uno de sus rasgos identitarios