40 años después del golpe de Estado de Augusto Pinochet (1973-1990), los hombres a cargo de los crímenes de lesa humanidad en la dictadura chilena cumplen sus sentencias de siglos de cárcel a los pies de la cordillera de los Andes.
Se trata del Centro de Cumplimiento Penitenciario Cordillera, más conocido como Penal Cordillera, el título de la película del director y dramaturgo Felipe Carmona (en España, disponible en Filmin bajo el título La prisión de los Andes). La cinta —que se basa en la obra de teatro estrenada en 2015 del mismo autor— imagina los últimos días que pasaron cinco exmilitares condenados por crímenes contra los Derechos Humanos en esta cárcel de lujo repleta de comodidades, justo antes de que salieran a la luz las condiciones del encierro que provocarían su cierre en 2013.
Analizamos la cinta en este Fact-Fiction.
Los inicios de Penal Cordillera. El 22 de noviembre de 2004 el Ministerio de Justicia de Chile crea “un establecimiento penitenciario” que se denomina Centro de Cumplimiento Penitenciario Cordillera en la comuna de Peñalolén, provincia de Santiago. Y establece que la dirección y administración corresponda a la Gendarmería de Chile —el servicio de prisiones que depende de Justicia—.
Así, en el Penal Cordillera fueron encerrados, de forma exclusiva, diez militares que fueron agentes de inteligencia y de seguridad del régimen que pertenecieron a organismos responsables de ejecuciones, desapariciones y torturas, entre otros crímenes de lesa humanidad.
Estos son los cinco que aparecen en la ficción:
En la realidad, además de Contreras, Brito, Krassnoff, Mena y Espinoza, había otros cinco cabecillas de los órganos de represión de la dictadura de Pinochet en Penal Cordillera: Hugo Salas Wenzel, César Manríquez, Jorge del Río, David Miranda y José Zara.
Cierre de Penal Cordillera en 2013. Tal y como muestra la película, los exmilitares cumplían sus condenas con comodidades excepcionales, lo que provocaba la crítica de agrupaciones de derechos humanos que pedían su cierre y que los presos fueran encerrados en cárceles comunes. Pero no fue hasta nueve años después de su inauguración cuando el entonces presidente de Chile, Sebastián Piñera, ordenó su cierre y determinó el traslado de los reclusos a la cárcel Punta Peuco, el otro recinto que albergaba a otros violadores de derechos humanos durante la dictadura.
Bonus track, el centro Punta Peuco. La película termina aquí, sin embargo, la polémica sobre las condiciones privilegiadas de reclusión de quienes lideraban la represión militar durante la dictadura de Pinochet continúa vigente.
Ministerio de Cultura, Artes y Patrimonio del Gobierno de Chile
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile
Trabajo de investigación de Nicolás Angelcos, sociólogo de la Universidad de Chile
El Mostrador
Centro de Investigación y Documentación de la Universidad Finis Terrae
BBC
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos Chile
Memoria Viva: archivo de violaciones de DDHH durante la dictadura
CNN
Canal 13
Radio Universidad de Chile