Qué es y qué reivindica la organización ecologista Futuro Vegetal

Futuro Vegetal ha marcado la agenda del activismo climático en los últimos meses con sus acciones. Se han pegado a la tribuna del Congreso, han intentado parar el tráfico aéreo o han rociado con pintura una casa de Messi.

• Es su manera de mostrar su descontento por cómo se ha planteado el actual sistema agroalimentario.

Qué defienden. Futuro Vegetal se define como “un movimiento de desobediencia civil no violenta que lucha contra la crisis climática”. 

• Promoviendo “el fin de las subvenciones a la ganadería” y el empleo que genera y un sistema agroalimentario “ecológicamente responsable basado en plantas”.

Por qué. Se sustentan en planteamientos científicos como los del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), que “lleva años recomendando un cambio” en el sistema de producción de alimentos. 

• Un sistema que, según el IPCC, se ha visto sometido, con los años, a una presión enorme, con factores como el aumento de la población o el cambio climático, que han condicionado su desarrollo.

• Futuro Vegetal señala que “la eliminación mundial de la ganadería” podría servir para “estabilizar los niveles de gases de efecto invernadero”. 

En perspectiva. De hecho, la producción de alimentos de origen animal está vinculada directamente a las altas tasas de contaminación registradas en los últimos años, según el IPCC.

• Y también es una de las causas de la deforestación. 

Sus acciones. Para evidenciar ese descontento con el sistema, en Futuro Vegetal han desplegado una serie de acciones en los últimos años en distintos puntos de España (también fuera, con organizaciones hermanas).

• Una de las más comunes ha sido llenar de pintura cadenas de comida rápida, restaurantes, sedes de partidos y coches o casas de lujo (como la de Messi en Ibiza), como símbolos del sistema.

• También pegarse a espacios simbólicos, como la tribuna del Congreso o los cuadros de Las majas de Goya en el Museo del Prado, para criticar “la inacción política”.

• O tratar de bloquear aeropuertos como el de Barcelona o el de Ibiza para denunciar el aumento de emisiones de aviones o jets privados.

Contexto. Estas acciones llevaron a la Fiscalía a incluir a Futuro Vegetal en el apartado de “terrorismo nacional” en su memoria anual de 2022. Una decisión que, después, matizó.

• Pero que las organizaciones ecologistas interpretaron como una manera de “criminalizar y tratar de intimidar a los activistas”.