Tener el llamado colesterol malo LDL en rango puede evitar un 7% de los casos de demencia en el mundo. Corregir o tratar problemas de visión, un 2%. Es la conclusión de una revisión de estudios publicada en The Lancet.
Según la investigación, casi la mitad de los casos de demencia podrían evitarse o retrasarse si se controlaran estos factores de riesgo. En el caso del colesterol, por favorecer la acumulación de sustancias perjudiciales (incluido el propio LDL) en las arterias de cerebro. En el caso de la visión, cuando hay cataratas y retinosis diabética no tratadas, porque seguramente haya en paralelo una diabetes no diagnosticada, que es otro factor de riesgo ya conocido.
La doctora Lídia Vaqué, experta en longevidad y salud mental, explica en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo que, al final, la suma de varios factores de riesgo y de otros protectores pueden ser claves en el desarrollo de una demencia de forma más o menos temprana. “Socializar, aprender a lo largo de la vida, una dieta saludable, ejercicio físico… nos protegen” y permiten alargar la vida de forma saludable.
Según la profesora Inés Moreno (Universidad de Málaga), que no ha participado en este estudio, “aunque el envejecimiento y el sexo son factores de riesgo para la demencia no modificables, otros factores pueden reducirse o evitarse, representando hasta el 45% de las probabilidades de desarrollar alzhéimer de inicio tardío o esporádico”.
Explica en el SMC de España que “es necesario tener en cuenta que la prevención y las intervenciones no solo deben realizarse por el propio individuo, sino que también [deben] ser apoyadas por políticas gubernamentales a nivel local e internacional, focalizadas en los grupos de alto riesgo”.
Estudio de Livingston et al. en ‘Lancet’, 2024
Lídia Vaqué (Univesitat de Barcelona y Hospital Sant Pau)
Inés Moreno (Universidad de Málaga)