Más de cincuenta entrenadoras se reúnen para compartir su trabajo y empoderarse en unos Juegos Olímpicos de París 2024 donde la brecha de género se acentúa.
A los Juegos Olímpicos le han costado 128 años y 32 ediciones lograr la igualdad de género entre sus participantes. París 2024 será la primera cita con el esperado 50-50% entre los deportistas. Sin embargo, esta brecha sigue presente en el grueso de los preparadores de la competición. Según los datos del Comité Olímpico Internacional (COI), en Tokio 2020 solo un 13% eran entrenadoras. Estas cifras solo mejoraron levemente las cifras de Londres 2012 y Río 2016 (11%).
El COI pidió colaboración a las federaciones internacionales para incorporar a más entrenadoras en el ciclo 2021 – 2024 de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024. Desde organizaciones activistas como Female Coaching Newtwork lamentan una simulación del interés por parte de los responsables del cambio. “Destinan millones de euros a crear programas de desarrollo con la idea falsa de que las mujeres no están suficientemente preparadas”, lamenta su fundadora Vicky Huyton.
Compartir una historia, pedir consejo, celebrar los éxitos y llorar juntas son los cuatro pilares del grupo de trabajo y empoderamiento creado por la propia Vicky Huyton en el verano de 2023. Un año antes de París 2024, diez entrenadoras se unieron a su grupo de whatsapp para compartir su viaje. Solo un mes después, este grupo acogía a más de cincuenta entrenadoras de todo el mundo con experiencias muy similares. “Esto evolucionó a una plataforma por el cambio en la que nos reunimos periódicamente”, explica a Newtral.es.
Ante las barreras marcadas por el sistema deportivo, 52 entrenadoras de 15 países y 19 deportes diferentes se reúnen en webinars mensuales. En ellos comparten su conocimiento, incluso exponiéndose ante sus competidoras en los Juegos Olímpicos. “Es maravilloso”, dice Huyton, mientras señala la falta de profesionalidad y la estandarización de cómo se selecciona el staff como las dos principales carencias. “Es un ambiente tóxico y pobre para la cultura del entrenamiento donde todas han vivido la discriminación”.
Ante este contexto que comparten desde diferentes países y deportes, las entrenadoras buscan un mensaje constructivo. Bienestar, manejar el estrés y trabajar bajo presión son los tres principales temas tratados en este programa que han desarrollado a través de webinars. “La mayoría sufren el síndrome del impostor y esto genera un entorno casi terapéutico, de empoderamiento de nuestra comunidad. Una de las herramientas más poderosas para ayudar a las entrenadoras es unir a decenas de mujeres”.
Karina Kozma, preparadora física del equipo húngaro de Kayak, campeón del Europeo de K2 500 m, es una de las integrantes de este grupo de entrenadoras. “Me encanta cómo con el tiempo se ha ido compartiendo información sobre nuestras respectivas preparaciones, los éxitos que se van consiguiendo, y esos consejos que recibes de las experiencias de las compañeras. Este grupo es una gran motivación y una toma de conciencia de que no estamos solas en nuestros respectivos roles”, explica a las puertas de los Juegos Olímpicos
El tema que más les preocupa, dice, es cómo las profesionales del deporte sienten miedo en el entorno por el maltrato que sufren. “No escuchas estas historias porque permanecen ocultas. Normalmente vemos ejemplos de cómo organizaciones o personas importantes muestran su trabajo específico para las entrenadoras, pero cuando nadie está mirando o escuchando, te das cuenta de que todo es un espectáculo”. dice, lamentando una forma de pensar atribuida a los hombres. “No les gusta que su poder esté amenazado por mujeres”.
Female Coaching Network
Comité Olímpico Internacional
