¿Por qué no vemos coches autónomos sin conductor por la calle aún? Charlamos con sus pioneros Teresa de Pedro y Takeo Kanade.
Recuerda el científico de la computación Takeo Kanade, reciente Premio Fronteras del Conocimiento, que cuando empezó a experimentar con sus primeros vehículos autónomos, a mediados de los ochenta, su “propuesta al financiador era un plan a cuatro años para que la conducción sin manos fuera perfecta”. Pese a que completó un rally de unos 4 .500 km con su prototipo, más de 30 años después “todavía no es 100% perfecta“. ¿Se nos están atragantando los coches autónomos, a pesar de que son más seguros? ¿A ver si va a resultar que, incluso con la tecnología madura, nos gusta conducir?
En lo segundo, la física Teresa de Pedro, ya jubilada, cree que hay un gran punto de verdad. Pero eso no impedirá que el vehículo que se autoconduce se imponga en ciertos sectores o flotas. De Pedro es pionera de la inteligencia artificial en España y la inventora del coche autónomo español: el proyecto Autopía (CAR-CSIC), que puso sobre la mesa de sus incrédulos jefes en 1996. “Yo creo que no conocían mucho de lo que se estaba ensayando fuera”.
Y fuera, en Estados Unidos, en los años cincuenta, el principal fabricante de coches de EE.UU. ya se había embarcado en un proyecto inspirado por la carrera espacial, llamado Pájaro de Fuego. De él salió el primer prototipo de coche del futuro. Uno de sus modelos, un Firebird (lo que luego sería un Pontiac), prometía conducir solo. Así empezó la carrera del coche autónomo sobre el papel.
Sin embargo, la computación aún tuvo que avanzar mucho para que estadounidenses y alemanes se pusieran en serio con los primeros proyectos de furgonetas sin conductor, ya en los noventa. En paralelo, otro hombre, el japonés Takeo Kanade, había conseguido que los coches (y robots, en general) tuvieran sentido de la vista.
Pero mientras americanos y alemanes apostaban por grandes vehículos, tipo furgoneta, para hacer sus experimentos, Teresa de Pedro y su equipo se plantaron en Vigo. Y allí fueron a por un pequeño Citroen C3 para convertirlo en la punta de lanza del proyecto del coche autónomo español.
¿Qué fue del proyecto Autopía? ¿Por qué dicen que Kanade, además de ser el gran impulsor del coche autónomo, es el inventor del primer deepfake político? ¿Y qué tiene que ver con el coche autónomo? Charlamos con él –al que podremos escuchar en su voz, hablando español, gracias a una IA– y con Teresa de Pedro en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo.
Escucha las entrevistas completas, la historia del coche autónomo, el origen de la banda sonora de El coche fantástico y el primer deepfake de Obama en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo. Un pódcast narrado, guionizado y sonorizado por Mario Viciosa con la producción de Xulio Rodríguez. Suscríbete en tu plataforma favorita:
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