Astrid Vargas es una sonrisa permanente y una mirada cargada de determinación, que no puede disimular el píxel tras el que recibe a Newtral.es en su casa de Reino Unido. Los paisajes que ahora frecuenta distan de los de Doñana, donde fue iniciadora de un milagro “con mucho trabajo y personas detrás”. Fundadora del programa de cría en cautividad del lince ibérico, siquiera se apunta el tanto de su salida de la lista de especies en peligro de extinción.
Pero su trabajo, mezcla de ciencia, paciencia e intuición, lo fue todo en 2003, cuando apenas quedaba un centenar de ejemplares en el mundo. La noticia no le pilló por sorpresa. Ya hay más de 2.000 linces ibéricos y en los grupos de trabajo de la UICN ya se conocía el cambio de categoría, pero “cuando ya sale la noticia, es un sueño hecho realidad”, dice emocionada Vargas.
Como explica en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo, “No me imaginaba plazos para llegar a este objetivo, iba paso a paso”. Primero pasó de estar en peligro crítico a en peligro. “Ha habido pequeñas celebraciones a lo largo del camino”. También disgustos. “La primera sorpresa fue que los cachorros de lince ibérico se peleaban mucho”. En 2005 nacieron los tres primeros en la finca El Acebuche. Sin embargo, una murió a garras de su hermano, que quedó herido. “Tuvimos que entender ese comportamiento y a gestionarlo. El momento más emocionante fue cuando devolvimos un cachorro herido a su madre y lo aceptó. Ese riesgo valió la pena”.
La colaboración con especialistas de todo el mundo fue crucial. Esta red permitió superar las proyecciones iniciales y liberar más de 20 linces por año desde 2010. “El éxito del programa se refleja en las tasas de supervivencia. ”Casi un 70% de los linces criados en cautividad sobreviven en la naturaleza. Eso es muy alto para un carnívoro”, destaca Vargas.
Sin embargo, subraya que no se debe bajar la guardia. “Muchos factores pueden hacer que vuelva a estar en peligro”, advierte. “En España, las enfermedades del conejo y la sequía son amenazas constantes. Pero tenemos buenas esperanzas de que el lince sea un abanderado de todo un ecosistema”.
Las enfermedades del conejo y la sequía pueden devolver al lince ibérico al peligro de extinción.
Vargas, que dejó en programa en 2010, está volcada ahora con el proyecto Inspiration 4 Action, centrado en restauración y recuperación de paisajes y ecosistemas con un enfoque creativo. Implican a población local y joven, como su hijo Mario. Representa a una generación “que a veces no ve futuro, está asustada, la estamos asustando“. Él nació poco antes de que Vargas fuese llamada a salvar al lince ibérico, así que sus 21 años de camino son paralelos.
En España, el pricipal proyecto ahora mismo se centra en el altiplano estepario del sureste español “donde hubo linces ibéricos y están volviendo”. Sólo en nuestro país hay más de 200 especies que permanecen en peligro de extinción. El 60%, plantas, que dependen de polinizadores como mariposas.
En plena sexta extinción masiva de especies y taxones, los insectos se están llevando la peor parte. Esto le ha llevado a publicar recientemente La magia de la transformación, con una mariposa como narradora de una crisis que alberga esperanza. “Somos la principal amenaza para la biodiversidad. Pero el lince ibérico demuestra que también podemos ser gran parte de la solución“.
Escucha la entrevista completa y la historia sobre cómo un médico francés casi extingue a los conejos tras inocular un virus a unos ejemplares que se comían las cosechas de su finca. Un pódcast con el testimonio de Ramón Pérez de Ayala (WWF), Gerardo Ceballos (UNAM) y Rodolfo Dirzo (Univ. Stanford). Narrado, guionizado y sonorizado por Mario Viciosa con la producción de Xulio Rodríguez. Suscríbete en tu plataforma favorita:
Sigue en newtral.es/findelmundo todos los episodios de Tampoco es el fin del mundo o suscríbete en iVoox, Apple Podcast o Spotify