'Cuando la emoción emerge lo hace repentinamente y no es voluntaria ni razonada. Debido a su rápida aparición es difícil de evitar, por eso decimos que la podemos moderar mediante la anticipación, pero no podemos controlarla. El disparador de la emoción es, generalmente, una necesidad o la persecución de un objetivo de importancia para nosotros, es decir, un interés que sería el origen de la experiencia emocional. Este interés personal comprende nuestra integridad psicofísica, nuestra protección corporal o nuestra autoestima.
Según el psicólogo John Watson, propulsor del conductismo, existen importantes diferencias individuales de reacción emocional entre nosotros en cuanto a la organización verbal-visceral-motriz. De acuerdo a esta propuesta, al atravesar un estado emocional algunos tende...'