La sensibilidad dental es una molestia común que afecta a personas de todas las edades. Este dolor se manifiesta cuando los dientes se exponen al frío, al calor o a alimentos ácidos. Las principales causas son el desgaste del esmalte y la exposición de la dentina.
El esmalte dental se desgasta por diversas razones, como el uso de productos abrasivos y una técnica incorrecta de cepillado. La retracción de las encías, ocasionada por la enfermedad periodontal, también deja áreas del diente más vulnerables, indicó Alba Gómez Hinojo, especialista de la Unidad de Odontología Avanzada del Hospital Quirónsalud Valencia, en España.
El consumo frecuente de alimentos ácidos, como cítricos y bebidas gaseosas, acelera el desgaste del esmalte. Estos productos no solo debilitan la capa protectora de los dientes, sino que también agravan la sensibilidad, agregó Gómez.
Para prevenir esta condición, la especialista recomendó cepillarse con suavidad, utilizando cepillos de cerdas suaves y pastas dentales específicas para dientes sensibles. Además, es importante limitar el consumo de alimentos y bebidas que contribuyen al desgaste dental.
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Otra medida clave es tratar el bruxismo, una condición que afecta a muchas personas y que, al no ser atendida, provoca daños severos en los dientes. Usar férulas de descarga es una solución efectiva para evitar la fricción nocturna.
Visitar al dentista de manera regular resulta fundamental para identificar y tratar a tiempo cualquier problema dental que pueda derivar en sensibilidad. Un diagnóstico temprano permite prevenir complicaciones mayores.
Según Gómez, cuando la sensibilidad se vuelve persistente, dolorosa o aparece de manera súbita, es necesario acudir a un especialista. La consulta dental es indispensable si se presentan otros síntomas, como sangrado o inflamación de las encías.
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