Dubai. Catar se retiró como mediador entre Israel y el grupo palestino Hamás, tras meses de esfuerzos infructuosos para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza, indicó el sábado una fuente diplomática.
Catar señaló también que la oficina de Hamás en Doha, su capital, “ya no tiene razón de ser”, añadió la fuente, sin decir explícitamente si la oficina será cerrada.
Un alto cargo de Hamás dijo a AFP que el movimiento no había recibido “ningún pedido de que abandone Catar”.
“Los cataríes informaron a los israelíes y a Hamás que mientras ambas partes se nieguen a negociar un acuerdo de buena fe, no podrán seguir desempeñando el rol de mediador”, indicó la fuente diplomático, bajo condición de anonimato.
“En consecuencia, la oficina política de Hamás (en Doha) ya no tiene razón de ser”, añadió.
Junto con Estados Unidos y Egipto, Catar llevaba intentando desde hace meses negociar un alto el fuego y un acuerdo para canjear rehenes y prisioneros entre Israel y Hamás, pero las conversaciones están en punto muerto.
Hamás e Israel se acusan mutuamente de bloquear las negociaciones.
La guerra entre Israel y Hamás estalló el 7 de octubre con el ataque del movimiento islamista en el sur de Israel, que provocó la muerte de 1.206 personas, incluyendo los rehenes muertos o asesinados en cautividad, según un recuento de AFP en base a datos oficiales israelíes.
Más de 43.550 personas han muerto en la arrolladora ofensiva militar lanzada por Israel en Gaza en respuesta al ataque de Hamás, según el Ministerio de Salud de la Franja, gobernada por el movimiento islamista.
Según la fuente diplomática, Catar ya “notificó su decisión a ambas partes, Israel y Hamás, así como a la administración estadounidense”.
“Los cataríes dijeron a la administración estadounidense que estarían dispuestos a volver a participar en la mediación cuando ambas partes (...) demuestren una voluntad sincera de volver a la mesa de negociaciones”.
Catar, un rico emirato aliado de Estados Unidos, alberga desde hace más de diez años la oficina política de Hamás.
Era también en ese país donde vivía el exjefe de Hamás, Ismail Haniyeh, asesinado el 31 de julio en un atentado en Teherán atribuido a Israel.
La oficina de Hamás en Catar fue “abierta en 2012 en coordinación con el gobierno de Estados Unidos, tras su petición de tener un canal de comunicación” con el movimiento, explicó un funcionario catarí al inicio de la guerra.
