El 13 de agosto, durante una sesión del Concejo Municipal de Belén, los regidores de este cantón rechazaron de forma unánime la propuesta de incrementar sus dietas en un 17% para el 2025.
De haberse aprobado, los ediles habrían percibido hasta ¢1,6 millones mensuales, en vez de ¢1,4 millones en los meses con siete sesiones.
Durante la discusión los ediles recordaron una publicación de La Nación del 5 de febrero en la cual se evidenció que la Municipalidad de Belén estaba entre las que pagaban las dietas más altas.
De haberse aprobado el incremento, el monto habría subido de ¢199.438 a ¢233.342, más de lo que ganan los directivos de los bancos públicos (¢210.000 por sesión).
El incremento de 17%, además, habría colocado a Belén como la sétima municipalidad del país con el mayor porcentaje de aumento. Además, el municipio hubiera pasado de gastar ¢152 millones a ¢177 millones en dietas para regidores cada año. Es decir, el alza implicaría un gasto adicional de ¢25 millones anuales.
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La petición del aumento de dietas fue presentada por Jorge González, encargado de la Unidad de Presupuesto. Esta solicitud consta en un oficio del 6 de junio del 2024 suscrito por González, en el cual le pidió al Concejo Municipal aprobar el alza.
El artículo 30 del Código Municipal avala que las dietas de los regidores y síndicos aumenten de forma anual hasta un 20%, siempre que el presupuesto municipal haya aumentado en igual o mayor medida. Pero esto no es una obligación, los ediles pueden decidir no realizar ningún incremento.
Antes de emitir un criterio, el Concejo de Belén remitió la propuesta a la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la municipalidad para someter el documento a análisis y recibir recomendaciones.
Con los votos del vicepresidente municipal, Gilberth González, y las regidoras Teresita Venegas y Ana Betty Valenciano, la comisión recomendó no aprobar el alza.
“Consideramos que un aumento del 17% en las dietas era irracional y no va acorde con el crecimiento de la economía”, aseveró Valenciano durante la sesión celebrada el 13 de agosto.
La regidora justificó que la inflación del 2023 y hasta junio de 2024 fue negativa.
Gilberth González apoyó el criterio. Aunque admitió que quería apoyar el aumento pensando en los síndicos suplentes, que ganan el menor monto en dietas, reconoció que no se justificaba el incremento en un contexto de deflación.
En esa misma sesión, la regidora suplente, Marita Arguedas, recordó a los ediles que solo tenían tres meses de haber ingresado, por lo que no era justificable que ellos mismos promovieran un aumento si apenas estaban asumiendo la gestión.
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Por otra parte, en Alajuela, el 19 de setiembre, La Nación publicó que los regidores promovían incluir, dentro del presupuesto ordinario del 2025, un incremento del 9% en sus dietas. Esto les permitiría percibir más de ¢2 millones al mes; es decir, pasarían de ganar ¢268.000 a ¢292.000 por sesión.
Este aumento implicaba que la Municipalidad de Alajuela debía incrementar su presupuesto de ¢550 millones a ¢600 millones para cubrir la remuneración de las dietas de los 50 miembros que conforman el concejo.
Sin embargo, el 20 de setiembre, tan solo un día después de la publicación en La Nación, los regidores votaron de forma unánime una moción para renunciar al aumento en sus dietas durante la sesión extraordinaria del concejo.
En vez de aceptar el incremento, los ediles acordaron redirigir los fondos, que sumaban ¢50 millones, al programa de becas municipales y a la atención de emergencias del cantón.
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