El científico italiano Sammy Basso, reconocido como la persona con progeria más longeva del mundo, falleció el pasado domingo a los 28 años. Su muerte conmovió a la comunidad científica y a quienes seguían su labor en la concientización sobre el síndrome de Hutchinson-Gilford, una rara enfermedad genética que acelera el envejecimiento, informó El Español.
Desde su diagnóstico a los dos años, Basso enfrentó con valentía su enfermedad. La progeria afecta aproximadamente a una de cada 20 millones de personas y tiene una esperanza de vida de solo 15 años. A pesar de las limitaciones físicas, Sammy completó estudios universitarios en Ciencias Naturales y Biología Molecular, dedicando su carrera a buscar tratamientos para mejorar la calidad de vida de los afectados.
La progeria, o síndrome de Hutchinson-Gilford, causa un envejecimiento prematuro en los niños. Al nacer, no presentan complicaciones aparentes, pero los primeros síntomas, como el crecimiento lento y la pérdida de cabello, aparecen alrededor del primer año de vida. Aunque la inteligencia y el desarrollo cognitivo no se ven afectados, los problemas óseos, cardíacos y vasculares son comunes, lo que provoca una muerte temprana.
Basso no fue solo un paciente más, sino un defensor activo de la investigación médica. En 2005 fundó la Asociación Italiana Progeria Sammy Basso, con el propósito de informar al público y recaudar fondos para la investigación. Participó en diversos documentales, como uno emitido por National Geographic, que seguía su viaje por Estados Unidos para dar visibilidad a la enfermedad.
Aunque la progeria no tiene cura, los estudios científicos han avanzado. Investigaciones sobre medicamentos como el Zokinvy (Lonafarnib) y terapias génicas ofrecen esperanza para el tratamiento del síndrome. Sammy Basso participó activamente en estos estudios, contribuyendo con sus investigaciones sobre posibles terapias. En 2019, fue sometido a una cirugía innovadora en la arteria aorta, la primera de este tipo en un paciente con progeria, señaló El Español.
Basso falleció repentinamente mientras cenaba en un restaurante en Treviso, Italia, solo días después de regresar de un viaje a China. Su familia y la asociación que fundó emitieron un comunicado en redes sociales, describiéndolo como una luz para quienes lo conocieron.
En 2019, el presidente italiano Sergio Mattarella lo nombró caballero de la Orden del Mérito, en reconocimiento a su valentía y esfuerzo por dar a conocer esta rara condición genética. Autoridades como la ministra para la Discapacidad, Alessandra Locatelli, expresaron su admiración por la determinación de Sammy al enfrentar la enfermedad con “fuerza y esperanza”.
La historia de Sammy Basso sigue siendo un ejemplo de lucha frente a la adversidad. Sus logros científicos, su activismo y su disposición para compartir su historia dejaron una huella en el campo de la medicina y en la conciencia pública.