Que memoria más corta hay en sectores del saprissismo, parece que la tolerancia es escasa y la gratitud efímera. Hace solo cinco meses, muchos alababan a Vladimir Quesada como “uno de los mejores técnicos en la historia de Saprissa y del país”. Ahora, en un abrir y cerrar de ojos, lo señalan como el principal responsable de lo que algunos consideran una crisis total en el club.
Los detractores de Quesada argumentarán que así es el ADN morado, y que esta exigencia es lo que los hace tan ganadores. Sin embargo, no debemos confundir la exigencia con la intransigencia. Vale recordar que Vladimir fue clave en tres de los cuatro títulos consecutivos que el Monstruo celebra desde 2022. Además, conquistó la Supercopa y la Recopa en 2023, y fue premiado como el mejor entrenador en los torneos Apertura 2022, Clausura 2023 y Clausura 2024 por la Unafut.
¿De mayo a octubre, Quesada pasó de ser el mejor al peor? Es importante resaltar que fue el propio presidente del club, Juan Carlos Rojas, quien lo defendió en mayo. En media celebración del título número 40 el jerarca pidió públicamente que se reconociera el valor que merecía el entrenador. Para Rojas, Quesada se ubicaba en lo más alto de la historia del fútbol tico.
Es cierto que, bajo la dirección de Vladimir, la S fue humillada por el Real Estelí en la Copa Centroamericana de Concacaf 2023 y nuevamente en 2024. También lo pisoteó el Antigua de Guatemala en la actual edición del torneo, fue eliminado del Torneo de Copa 2024 y perdió en la Recopa y la Supercopa de este año. No obstante, ¿es el único que debía salir por la puerta de atrás?
Despedir al técnico era lo más fácil. Pero, ¿qué responsabilidad tienen el gerente deportivo y la directiva, que permitieron las salidas de jugadores clave como Luis Paradela, Warren Madrigal, Gerald Taylor y Kevin Chamorro, sin encontrar reemplazos adecuados? Quesada pidió públicamente un delantero y le llevaron a Óscar Duarte, un gran jugador, pero no una prioridad.
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Además, ¿qué pasa con los refuerzos que no han dado la talla? Rachid Chirino, Youstin Salas, Gino Vivi, Deyver Vega y el propio Duarte no han estado a la altura de los jugadores que dejaron el club. A eso se suman figuras como Yoserth Hernández, que aún no han sabido aprovechar sus oportunidades.
Estos no son pretextos, sino realidades: Las lesiones también complicaron el panorama para el cuerpo técnico, con Mariano Torres ausente en más partidos de los que ha jugado (solo cinco apariciones en el Apertura 2024 de 13).
Tal vez hubo un desgaste interno y se quebró todo, algo que suele suceder cuando se gana tanto. Sin embargo, si los jugadores defendieron públicamente a Vladimir y resaltaron sus virtudes, ¿qué dejó de funcionar? Porque incluso los líderes del equipo no rinden al nivel que la afición exige.
Finalmente, que los números hablen: Quesada deja Saprissa con 79 partidos dirigidos en el torneo nacional, 56 victorias, 12 empates, 11 derrotas y cinco títulos en su haber. Todo esto en apenas 558 días en el cargo. Pocos entrenadores pueden presumir de algo similar.
Resta ver si el sustituto lo hará mejor, y si al final de la temporada habrá más responsables. Porque, a pesar de esta “gran crisis”, Saprissa es cuarto en el Apertura 2024, con solo cinco puntos menos que el líder, Alajuelense (29 contra 24), y aún tiene opciones de clasificar a la Copa de Campeones de la Concacaf.