El citrato de magnesio es un laxante salino popularmente utilizado para aliviar el estreñimiento ocasional. Según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (NHI por sus siglas en inglés), este medicamento funciona reteniendo agua en el intestino, lo que facilita la expulsión de las heces y aumenta la frecuencia de las deposiciones.
Este medicamento se encuentra disponible en polvo, que debe mezclarse con agua, o como solución líquida lista para beber. La dosis típica es una sola toma diaria, aunque puede dividirse si así lo indica el médico. Es fundamental no prolongar su uso por más de una semana sin indicación médica. Los efectos suelen manifestarse entre 30 minutos y 6 horas después de la ingesta, lo que permite una evacuación rápida y eficaz.
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El citrato de magnesio también se prescribe para limpiar el colon antes de una colonoscopia u otros procedimientos médicos. Antes de utilizarlo, informe a su médico si presenta alergias, si está tomando otros medicamentos o si tiene condiciones como enfermedad renal, ya que esto podría requerir ajustes o monitoreo especial.
Según el NHI, algunos efectos secundarios comunes del citrato de magnesio incluyen heces sueltas o acuosas. En casos graves, como sangre en las heces o dificultad para evacuar, suspenda el uso y contacte a su médico de inmediato. Además, evite su uso si experimenta dolor estomacal, náuseas o vómitos prolongados.
Para evitar posibles riesgos, almacene este medicamento en su envase original, lejos del alcance de los niños, y deséchelo adecuadamente a través de programas de devolución de medicamentos.
Ante una sobredosis, la NHI recomienda que contacte a los servicios de emergencia o al centro de control de envenenamiento. Los síntomas incluyen mareos, somnolencia, y disminución del ritmo cardíaco.
El citrato de magnesio debe usarse bajo supervisión médica y siguiendo las indicaciones del profesional de salud.
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