La Asamblea Legislativa está brindando en bandeja de plata al próximo gobierno una gran oportunidad para pensar en grande en las costas.
La creación del fondo azul de los servicios ecosistémicos marino-costeros para la conservación y el desarrollo económico de las zonas costeras abarca un amplio espectro de contribuciones, no solo a las costas, sino también al océano.
Este fondo propone una visión de sostenibilidad que equilibra la sociedad, la economía y el medioambiente; además, plantea una serie de beneficios a través de los servicios ecosistémicos marinos y costeros, especialmente para sectores económicos débiles, estratégicos para el desarrollo de las zonas costeras.
Mediante un mecanismo sostenible de financiamiento y desarrollo de proyectos, se busca mantener e incrementar los servicios ecosistémicos del mar y los recursos marino-costeros.
Se creará una fundación y un fondo destinado al pago de servicios ecosistémicos relacionados con el aprovisionamiento, la regulación, los aspectos culturales y el soporte ecológico.
El objetivo de la ley es crear fuentes de empleo y beneficiar a municipios, grupos poblacionales, organizaciones y comunidades que dependen directamente de los bienes, productos y recursos marinos, así como de los servicios que estos ecosistemas proporcionan.
El océano, en el caso de Costa Rica, abarca tanto el mar Caribe como el océano Pacífico. Sin embargo, como sucede en muchos otros países de renta media, estos espacios suelen ser percibidos como destinos de segunda categoría para vacacionar. Por tanto, enfrentan serios problemas de infraestructura, amplias áreas de pobreza y desigualdad, bajos índices educativos, conflictos no resueltos y una gobernanza débil. Además, tanto en el presente como en el futuro, las costas estarán significativamente afectadas por el cambio climático.
Durante años, la política pública ha fallado en atender adecuadamente las necesidades de las costas y, aunque se han realizado algunas inversiones puntuales, como en ciertos muelles, estas responden principalmente a los intereses de los centros de poder en el Valle Central para facilitar la exportación e importación de mercancías.
Otras acciones, como la declaración de áreas protegidas, sobreviven con presupuestos limitados, y las iniciativas sociales son impulsadas por la inercia de las coberturas ofrecidas por instituciones públicas como el Ministerio de Salud, la CCSS y el IMAS.
Por tanto, con personas responsables dirigiendo este fondo, se mejorará la vida de los pobladores costeros y la protección marina.
El autor es profesor en la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional.
