No admiten a mi hijo en el CTP de Granadilla, a pesar de su promedio de 90 y de padecer epilepsia. La razón, según alegan, es que el promedio requerido es 94. Sin embargo, lo que me resulta aún más indignante es la incoherencia, ya que a otro alumno se le indicó que la nota mínima es 93. Esta disparidad en la información deja en evidencia una inconsistencia que afecta negativamente a estudiantes como mi hijo, y considero que este tipo de injusticias no debe tener lugar en el sistema educativo. Además, es fundamental resaltar las circunstancias especiales que incidieron en su rendimiento. A pesar de sus desafíos, ha logrado mantener un promedio de 90, lo cual considero un mérito extraordinario y demuestra su dedicación a los estudios. No obstante, parece que la institución educativa no ha tenido en cuenta estas dificultades ni que su profesora ha tenido que ausentarse en varias ocasiones debido a su lucha contra el cáncer.
Saida Castillo Umaña, San José
Estoy totalmente de acuerdo con Hugo Mora Poltonieri. La indiferencia, desde hace mucho tiempo, es cada vez más grande. Los abuelos nos enseñaban a ser solidarios con los más indefensos. Costa Rica se distinguía por dar auxilio a los vecinos en dificultades tanto sociales como cuando ocurrían inundaciones, terremotos o huracanes. Ahora todo se condiciona por tratados y organizaciones manejadas por los que se llaman países líderes. Todo es negocio. Presidentes que han armado guerras reciben el Premio Nobel de la Paz. Las armas, la salud, la alimentación y el clima son un gran negocio. Solo nos queda poner nuestro granito de arena siempre que se necesite. Así partiremos, cuando nos toque, con la conciencia de que Jesús nos trajo hace muchos años.
Emelina Díaz Rojas, Heredia
Al poner obstáculos recurrentes al proyecto de ley que busca la necesaria rebaja de impuestos a los trabajadores independientes, la diputada Cisneros demuestra que su principal objetivo en el Congreso es provocar caos e impedir el avance de buenas propuestas. Con ello, sustenta el discurso destructor que comparte con Rodrigo Chaves, en el cual acusan a la Asamblea Legislativa de no servir para nada.
Freddy Pacheco León, Heredia
El Ministerio de Salud abre portillos para contaminar los ríos y océanos. Antes lo hicieron con el estereofón. El plástico de un solo uso debe ser totalmente prohibido, pero “hay que proteger a los importadores y a quienes lo comercializan”. ¿Cómo se va a controlar que ese plástico circule en el mercado si permiten que se importe y cómo van a supervisar a quienes distribuyan envases de dicho plástico? El reglamento indica tres requisitos, ¡pero los contaminadores “pueden cumplir al menos uno de estos”! Dicho plástico no se recicla, no es revalorizable. Ya nuestras vías públicas están llenas de los plásticos 1 y 2; véase el cantón de Montes de Oca, por ejemplo.
Carmen M. Rojas González, Montes de Oca
El 30 de setiembre, en Puntarenas, día en que se conmemoraba un aniversario más de la muerte del expresidente Juan Rafael Mora Porras y de José María Cañas, el presidente salió con otro “domingo siete”, al lanzar un disparatado discurso lleno de ataques y ofensas contra diputados. Es censurable y repudiable esa reiterada actitud y acción presidencial de irrespetar tanto la división constitucional de los tres poderes de la República como de ofender a sus miembros. Muchos costarricenses estamos fastidiados con estas inoportunas diatribas presidenciales, nunca antes vividas en nuestro país, ya que los anteriores mandatarios —con sus aciertos y errores— respetaron el orden constitucional y legal, así como a los habitantes del país.
Ramiro H. Jiménez Rodríguez, Moravia
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