El infarto agudo al miocardio (músculo del corazón) es la principal causa de muerte en Costa Rica. En 2023 hubo 1.962 decesos por infarto y en los primeros seis meses de 2024 se sumaron 1.054, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
A esto se le deben sumar 811 decesos por hipertensión esencial en 2023, 465 por enfermedad isquémica crónica del corazón y 435 por enfermedad aterosclerótica del corazón. En las primeras diez causas de muerte en Costa Rica hay cuatro relacionadas con el corazón.
Por estas razones, en el Día Mundial del Corazón, que se celebra este 29 de setiembre, La Nación repasa cuáles son esos “amigos” que mejoran la salud de este órgano, y cuáles más bien son enemigos que lo dañan.
Comencemos conociendo esos enemigos, para así saber cómo puede exponerse nuestra salud y por qué vale la pena trabajar en ella.
Hipertensión. Se da cuando las arterias se vuelven más rígidas y menos flexibles. Esto dificulta el paso de la sangre y afecta el corazón. Es consecuencia de años de malos hábitos en los que se va acumulando grasa y calcio en las arterias. Según la CCSS, el 38% de los costarricenses de 30 años o más son hipertensos.
Colesterol. Es una sustancia en nuestra sangre que ayuda a la formación de células, pero si sus niveles son altos, es posible que se formen depósitos grasos en los vasos sanguíneos. Con el tiempo, estos depósitos crecen y hacen que sea más difícil que fluya suficiente sangre a través de las arterias.
En general, en los mayores de 20 años, el nivel saludable de colesterol total es de 125 a 200 mg/dL. Y si se habla de colesterol LDL (popularmente conocido como “malo”), debe estar por debajo de 100 mg/dL.
Estos números se conocen con un examen de sangre.
Niveles altos de glucosa en ayunas. Una cantidad excesiva de glucosa en la sangre podría ser un signo de un problema médico serio. Esta condición aumenta el riesgo de desarrollo de diabetes. La glucosa en ayunas debe estar en menos de 100 mg/dL.
En nuestro país el 9% de la población adulta tiene niveles altos de glucosa en ayunas, igual que el promedio mundial.
Obesidad. Esta condición incrementa el riesgo de cualquier enfermedad cardiovascular. En Costa Rica, el 26% de los adultos y el 11% de los adolescentes son obesos.
Fumado. No solo aumenta el riesgo de cáncer pulmonar, también de varias enfermedades del corazón. En Costa Rica el tabaquismo activo es del 9%, inferior al promedio mundial de 23% y al americano, de 17%.
Ingesta de sal. La recomendación de la OMS es de 5 gramos (una cucharadita) al día. Los ticos consumen el doble.
Sedentarismo. La recomendación de la OMS para los adultos es hacer, como mínimo, 150 minutos de actividad física por semana, separados en al menos 30 minutos diarios, cinco veces por semana. El 46% de los adultos nacionales no alcanza esta meta.
Episodios de ingesta excesiva de alcohol. En Costa Rica, el 14,5% de los adultos ha tenido en los últimos 30 días algún episodio de consumo excesivo de licor. Es importante mencionar que en las mujeres es del 4,4% mientras que en los hombres del 24,5%.
Estas son las formas de cuidar el corazón y mantenerlo llevando sangre y oxígeno a todo el cuerpo.
Ejercicio. Como se dijo anteriormente, la recomendación de la OMS es al menos 150 minutos de actividad física a la semana. Lo ideal es distribuirlos en al menos cinco días.
No hay un tipo de ejercicio mejor o peor. Usted puede hacer el que más le guste: su deporte favorito, ir al gimnasio, salir a correr o trotar, bailar o caminar a una mayor velocidad.
Antes de comenzar es bueno consultar con un médico. Algunas personas podrían tener lesiones o problemas del corazón y exigirse más de lo conveniente derivaría, eventualmente, en algo más grave.
Alimentación. Hay alimentos amigos del corazón y otros cuyo abuso podría ser muy riesgoso. Los vegetales, frutas, agua, grasas saludables (aguacate, aceite de oliva y canola, pescados grasos, entre otros). Estos son considerados cardioprotectores.
El exceso de grasas y azúcares podría generar el efecto contrario.
Sueño. Se recomiendan ocho horas de sueño, pero esta regla no es igual para todos. Hay quienes solo requieren seis horas para dormir bien, pero otros necesitan nueve horas.
Debemos poner atención a si sentimos que descansamos o no, si nos sentimos recuperados e incluso si se ronca. Si hay problemas de ronquido es bueno consultar con un especialista.
Tratamiento médico. Si a usted ya le diagnosticaron una enfermedad crónica como hipertensión o diabetes, o tiene que tomar medicamentos para controlar su colesterol o triglicéridos, cumpla al pie de la letra el tratamiento, eso protegerá su corazón.
En cambio, si usted abandona el tratamiento o no lo cumple a cabalidad el corazón podría afectarse, y con eso la salud de todo el cuerpo.